A horas de difundirse los fundamentos del fallo por el homicidio del policía Santiago Mansicidor sigue la polémica por el resonante caso. El registro fílmico de la municipalidad de Berrotarán del momento en que un grupo de jóvenes ataca y provoca la muerte del oficial genera interpretaciones totalmente opuestas.
Además, en el fallo, la jueza Natacha García dijo haber advertido que, “la gestión de la prueba –por parte de los investigadores policiales- estuvo marcadamente orientada a la demonización de los imputados, tres de los cuales eran adolescentes al momento en que ocurrió el hecho”.
El homicidio de Mansicidor fue perpetrado el 13 de enero del 2021, a la salida de un bar, en la localidad de Berrotarán. A simple vista, el video muestra cómo el grupo integrado por Lucas Abatedaga, Lucas Dallago y otros tres jóvenes (menores a la fecha del hecho) agredieron al policía Santiago Mansicidor a golpes y patadas.
Se puede observar como un miembro del grupo se agacha y alcanza el arma reglamentaria del policía, otro se la saca y en el tumulto le dispara al oficial. Mansicidor recibió cuatro disparos, en distintas partes del cuerpo. Intentó pararse y subirse a la vereda. Allí continuaron pegándole patadas. Murió casi inmediatamente, rumbo al hospital.
Para su mamá, Dolly Ceballo, no hay dudas de que el grupo actuó como una patota con intención de matar a su hijo, a quien habrían odiado porque era policía, igual que su padre. Allegados a la familia comparan la agresión con el homicidio de Fernando Baéz Sosa (con cinco jugadores de rugby condenados a perpetua). En tanto, la defensa sostiene que el caso pudo haber terminado como el de Blas Correa (el joven cordobés asesinado por un policía).
Se sabe que Mancisidor tuvo un cruce de palabras con Abatedaga en el pub. A las 4, salió y se dirigió a su auto (un Fiat Palio estacionado frente a la plaza). Según la instrucción, “al advertir que era perseguido y que lo superaban en número”, extrajo de su vehículo su pistola Bersa calibre 9 milímetros y les gritó: ´Váyanse, váyanse´”.
La requisitoria de elevación a juicio, decía que los imputados “previo acuerdo común, salieron del local de esparcimiento en búsqueda de Mansicidor con la finalidad de darle muerte”.
Pero en el juicio no se habría probado que hubiera un acuerdo para cometer el crimen. La Justicia, por mayoría, sólo condenó a Abatedaga a quien disparó el arma a 18 años de prisión.
10 jueces y tres posturas sobre el caso Mansicidor
La única decisión unánime del Tribunal fue absolver a Lucas Dallago al considerar que no se metió en la pelea. Se interpreta que en un momento recogió el arma (Abatedaga se la sacó y disparó) y finalmente la volvió a levantar para tirarla arriba de un techo, con el fin de que no continúe la disputa.
A los otros tres menores que aparecen en el video dando patadas, no se les consideró probada una intención homicida. Se juzgó que sólo habrían infringido a la víctima lesiones leves. El defensor de Abatedaga, Enrique Zabala, argumenta que las patadas que le dieron a Mansicidor, cuando ya estaba herido de bala y apenas había logrado arrastrase a la vereda, no le ocasionaron ninguna lesión.
Para Zabala, el policía pudo haberse ido “en lugar de esperar, con un arma nueve milímetros y 17 proyectiles en el cargador, a cinco jóvenes desarmados”.
Hubo tres posturas entre los jueces: la vocal Natacha García, consideró que el hecho sólo fue cometido por Abatedaga y lo sindicó como homicidio calificado por el uso de arma. Tres jurados populares adhirieron. En consecuencia, por mayoría (de cuatro votos), el Tribunal consideró no probado el acuerdo para matar a Mansicidor.
Por otra parte, otros tres jurados populares consideraron que Abatedaga fue el único autor, pero también opinaron que disparó porque lo odiaba, por su condición de policía.
Finalmente, el juez Daniel Vaudagna, con la adhesión de dos jurados populares, opinaron que Abatedaga y los tres menores (lo que la familia llama una patota) tuvieron la intención de matar a Mancisidor. Opinaron que Mansicidor no provocó, favoreció ni produjo ninguna agresión sino que “obró en clave defensiva al haber intentado evitar el inminente abordaje, mediante acciones (disparos disuasivos al aire) demostrativas de la intención de ataque de los jóvenes”. Vaudagna consideró probado que lo mataran por su condición de policía.
¿Por qué no consideran “patota” a los agresores de Mansicidor?
Allegados a la víctima sostienen que el oficial Mansicidor ya había sido agredido años atrás “por ser milico”. Insisten con que los imputados eran “una patota conflictiva” en el pueblo y que le tenían odio al oficial porque su padre (policía retirado) había detenido al progenitor de Abatedaga años atrás.
El defensor afirma que ese hecho habría ocurrido antes de que su cliente naciera. “No era una patota, ninguno de los cinco tenía antecedentes penales”, remarca. Contrapone al video de la agresión otro registro previo, que según dice, muestra cómo el policía sale raudamente del boliche en busca del arma reglamentaria que tenía en el auto. “El inició el conflicto (…) Tuvo 19 segundos para subirse al auto e irse”, señala.
El abogado sostiene: “Este pudo haber sido otro caso Blas Correa. No es como el homcidio de Fernando Báez. Las patadas que se vieron, está probado, no dejaron lesiones, ninguna fue mortal. El único momento en que le pegan es cuando cae al piso y para entonces, Mansicidor ya había disparado cuatro o cinco tiros. El disparó antes a los chicos que estaban desarmados”, insiste Zabala.
“No compartimos el veredicto porque tenemos acreditado con prueba fehaciente la participación de cada uno de los acusados (…). Hay absoluciones que no comprendemos (…) Todos participaron de manera determinante y decisiva en este homicidio”, dijo el abogado de la familia, José Abrile, quien analizará los fundamentos del fallo para intentar casar la sentencia.
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