Los máximos responsables de la firma Buenas Noches Producciones, Iván “Vampi” Aballay y Héctor Oscar “Tori” Baistrocchi, fueron detenidos por orden del tribunal que debe juzgarlos desde el 1° de noviembre próximo por presuntas responsabilidades en la muerte de la joven artista Tania Abrile. La mujer de 38 años falleció en 2016 por consumo de estupefacientes consumidos en el ámbito de una fiesta electrónica que los empresarios organizaron en el Orfeo Superdomo, en Córdoba capital.
La aparición concreta de indicios de riesgo procesal determinó que los jueces de la Cámara 6ª del Crimen de Córdoba (Enrique Buteler, Pablo Brandán Molina y Esteban Díaz Reyna) decidieran que los empresarios de la noche esperasen la realización del juicio privados de la libertad, como modo de asegurar el debate y el dictado de la sentencia.
Baistrocchi y Aballay, máximos ejecutivos de la firma productora de espectáculos, deben responder por los cargos de homicidio culposo y facilitación de lugar para el consumo de estupefacientes.
Esta última responsabilidad también se le adjudica a quien era jefe de seguridad de Buenas Noches, Mario Alfredo Novaro.
Por otra parte, el cuarto imputado que debe concurrir al juicio del 1º de noviembre es quien se presume que actuó como falso médico en la asistencia a Tania cuando se descompuso: Néstor Fabián Barreto, quien afronta la acusación más severa, homicidio simple (doloso).
Tania viajó desde su Río Tercero natal hacia Córdoba para asistir a la fiesta que se hacía en el Orfeo Superdomo, el 24 de julio de 2016. En pleno baile, se descompuso y poco después murió. Según la autopsia, consumió éxtasis.
El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Córdoba, a través de su sala Penal, el 13 de junio de 2023, además de anular los sobreseimientos totales y definitivos de Avallay y de Baistrocchi, definió que debían unificarse los expedientes y ser juzgados conjuntamente en la Cámara 6ª. De este modo, se revirtió lo que en instancia inferior había decidido la Cámara de Acusación.
Oportunamente, se dispuso que los empresarios podían permanecer en libertad hasta la realización del juicio, siempre y cuando, como es habitual, cumplieran con una serie de condiciones a las cuales los imputados que esperan plenario se someten para seguir en libertad.
¿Cuáles fueron las condiciones que incumplieron “Tori” Baistrocchi y “Vampy” Avallay para que los jueces decidieran detenerlos y garantizar así la realización del juicio?
Riesgo de fuga
A primera hora de este martes, ambos empresarios fueron visitados en sus casas de La Calera y de Córdoba por los efectivos de la Policía de la Provincia, que bajo directivas del comisario general Alberto Bietti ejecutaron las órdenes de detención de los jueces.
Si bien se señaló en ese momento que ambos habían incumplido la orden de no ausentarse del país sin comunicarlo al tribunal, una consulta de La Voz a la cámara aclaró definitivamente qué hicieron exactamente ambos empresarios.
Se informó también que no tenían prohibido irse del país, pero que debían comunicarlo, una formalidad que se desconoce por qué la incumplieron.
Para explicar los porqués de la decisión de los jueces, fuentes judiciales calificadas especificaron que los delitos que se atribuyen a los imputados presentan “un pronóstico punitivo hipotético de pena de prisión grave y efectiva”.
Se especificó que Aballay y Baistrocchi incumplieron “reiteradamente” la regla de conducta que les prohibía salir del país sin autorización. Esa imposición se formaliza para que puedan seguir en libertad durante la instrucción o durante la tramitación del juicio.
Pero, lo más llamativo es que ayer se conoció en Tribunales que ese “incumplimiento reiterado” no fue de una o dos veces. Ambos empresarios viajaron una gran cantidad de veces al extranjero sin avisar a quienes tenían que juzgarlos. En total, entre los dos, incumplieron 11 veces viajando al exterior.
Lejos de cumplir con lo que se les había impuesto, abusaron del permiso de estar libres bajo condiciones estrictas.
Viajes al exterior
Según se requirió en informes pedidos a la Dirección de Migraciones, Baistrocchi se ausentó del país ocho veces sin que los jueces se enteraran; Aballay lo hizo en tres oportunidades.
Lo más curioso es que, cuando los miembros del tribunal requirieron la información a las autoridades migratorias, se encontraron con que uno de ellos estaba en el extranjero. Esto motivó la decisión de detenerlos.
Por otra parte, las fuentes consultadas indican que ambos acusados “han mostrado una capacidad económica y fluidez de contactos internacionales que determinan una mayor y significativa posibilidad comparativa para salir y permanecer fuera del país que el común de los ciudadanos”. Esto constituye otro claro indicio de peligrosidad procesal de fuga, comentaron.
Ese riesgo de fuga se incrementa cuando sólo resta la realización del juicio.
Se añade que estas detenciones no sólo se toman para cumplir la etapa preparatoria del debate, sino también para realizar el juicio y eventualmente cumplir con una eventual condena.
Dolor de madre
La mamá de Tania, Graciela Flores, cuestionó “la lentitud” de la investigación judicial. “No estoy en contra de que hagan fiestas electrónicas, pero que las hagan como corresponde, con el respeto a la gente que va”, señaló a La Voz, a ocho años del suceso.
La mujer pidió que “no mientan, que no digan que hay seguridad adentro (en los sitios donde se realizan las fiestas electrónicas), porque no es cierto”.
En esa línea, apuntó que “cuando sucedió lo de Tania había un falso médico, ninguna ambulancia, ni medidas de sanidad adentro; es mentira que tienen medidas de seguridad estos organizadores, no les importa”.
Con dolor, planteó que “en las fiestas grandes de espectáculos musicales no hay muertes” y se preguntó “por qué en estas fiestas electrónicas siempre hay internados graves o muertes”.
La mamá de Tania entiende que se hará Justicia si se resuelve “que estos organizadores no puedan hacer más fiestas electrónicas”. Y reprochó: “Si están imputados, ¿por qué la Municipalidad de Córdoba les sigue habilitando las fiestas electrónicas?”.