Una falla cardíaca. Esa fue la conclusión de los forenses sobre la causa de muerte de Maximiliano Gastón Miranda (34), el preso que falleció el pasado lunes al mediodía en el Establecimiento Penitenciario (EP) N° 9, de Córdoba capital, hecho que derivó en una batahola por parte de numerosos presos, quienes fueron contenidos a balazos de goma por parte de guardiacárceles.
En la fiscalía de José Mana se recibió el informe inicial de la autopsia y ahora se aguardan los resultados complementarios y finales que se espera que echen luz sobre lo sucedido.
Estos estudios determinarán qué causó la falla cardíaca en Miranda, quien se encontraba preso como supuesto autor de robo calificado.
Hay un dato no menor: el hombre había llegado al EP 9 (la Alcaidía) con disparos de arma recibidos en confusas circunstancias, varios días atrás, mientras estaba en libertad.
La autopsia confirmó que presentaba cinco impactos en brazos y en piernas. Ninguno le afectó una arteria o un órgano vital.
María José López, secretaria de la fiscalía, confirmó a La Voz que Miranda murió por una “falla cardíaca” y que ahora se trabaja para determinar qué fue lo que le causó eso. En ese marco, mientras se esperan resultados forenses complementarios, se toman testimonios y se solicitaron legajos e informes, y filmaciones de cámaras de seguridad.
La funcionaria añadió que, más allá de los impactos de bala de días atrás, el cuerpo “no presentaba” señales de golpiza o de arrastre.
Desde ámbitos investigativos se ratificó que se trabaja para determinar si existió eventualmente alguna mala praxis en la atención en la Alcaidía (dependiente del Servicio Penitenciario de Córdoba) o bien alguna mala praxis cuando estuvo en el hospital Elpidio Torres, o si hubo alguna agresión muros adentro (sospecha que pierde fuerza al no haber heridas o golpes recientes), o bien si el hombre tenía alguna afección previa que le causara el infarto.
El abogado defensor de Miranda fue contactado por este diario.
“Tengo orden de la familia de no hablar”, respondió el letrado Sergio Gómez Fernández.
Primera parte
Varias son los interrogantes en esta causa. Ahora, ¿qué se sabe?
Hace unas dos semanas, según fuentes judiciales, Maximiliano Miranda se presentó en el dispensario de barrio San Jorge para atenderse de unas heridas de bala en sus extremidades. Iba junto con otro joven de apellido Figueroa, quien también se encontraba herido.
Del centro de salud fueron derivados al hospital Elpidio Torres para una mejor atención. Fueron atendidos y curados.
Voceros del caso indicaron que Miranda habría dicho de manera sucinta que había sido herido en el marco de un asalto. Los pesquisas no descartan una venganza.
Una hermana le dijo a la prensa que Maximiliano fue herido “en el marco de un enfrentamiento de barras.... y luego le robaron”.
Desde el centro de salud –por protocolo–, se dio parte a la Policía y a la Justicia. La causa recayó en la fiscalía de Marcelo Fenoll. La sospecha de un asalto no fue confirmada.
Segunda parte
El pasado viernes 24 de septiembre, una comisión policial llegó hasta el domicilio de Miranda (en barrio Parque Liceo) y lo detuvo.
¿La causa? Estaba sospechado de haber integrado una banda que cometió un violento asalto armado contra una carnicería en barrio Villa Azalais, el 13 de este mes.
Miranda fue detenido por orden del fiscal Raúl Garzón, a cargo de la pesquisa por ese asalto. Además, fue detenido Figueroa, el mismo que había sido herido días antes.
Como presentaban heridas, fueron llevados otra vez al hospital Elpidio Torres para atención médica.
Mientras Figueroa quedó alojado y con custodia, Maximiliano Miranda fue “dado de alta”, debido a que sus heridas no habrían representado riesgo de vida. Como no podía ser dado de alta, precisamente por estar detenido, fue remitido al EP9.
Terminó alojado en el pabellón Amarillo de la Alcaidía y quedó todo el fin de semana junto acon otros internos en una celda.
Tercera parte
El lunes pasado, Miranda murió. Fue al mediodía, según constató el servicio de emergencias médicas que acudió de urgencia tras un llamado del SPC. El hombre se había descompuesto en su celda.
Fuentes judiciales indicaron que, el lunes por la mañana, Miranda recibió las curaciones de rigor en la enfermería por sus heridas de bala. “Fue curado y dijo que se sentía mal. Al parecer, se le había bajado la presión. En la enfermería le habrían ofrecido algo para levantar la presión, pero él se abstuvo y volvió a su celda. Luego, algo sucedió y murió antes del almuerzo”, indicó una fuente judicial.
La noticia de su muerte derivó en un levantamiento por parte de numerosos internos de ese pabellón. Hubo serios daños y personal penitenciario la emprendió con balas de goma.
El fiscal Mana investiga la muerte de Miranda. Sobre la base de lo que arroje el avance de la pesquisa, decidirá si se queda a cargo o si deriva todo al fiscal Marcelo Fenoll, quien inicialmente investigaba las heridas de bala.
