Mientras la Justicia avanza en la investigación en torno a lo que rodea a la trágica muerte de Jonathan Romo (36), ocurrida el pasado domingo en la comisaría de la ciudad de La Falda (en el Valle de Punilla), la familia del muchacho denuncia que se trató abiertamente de un abuso policial.
Tanto los allegados del muchacho como el abogado que los representa denunciaron que Jonathan era adicto y que tuvo un brote psicótico y que recibió golpiza por parte de los uniformados que lo fueron a detener.
Incluso, denunciaron que en diciembre ya habían existido problemas similares en la misma ciudad. Señalaron que también fue golpeado.
El abogado Luis Galli, quien representa a la familia Romo, remarcó que al ser detenido, Jonathan fue golpeado y maltratado, a pesar de estar sufriendo una crisis psicótica.
Insistió, además, en que los uniformado no siguieron ningún protocolo.
En las próximas horas, el fiscal de instrucción Raúl Ramírez, quien está recolectando distintas pruebas, podría dictar alguna resolución.
El funcionario es cauto.
Si bien Ramírez confirmó que Romo presentaba lesiones internas y algunas externas, insistió en que espera resultados complementarios de la autopsia y otras medidas para resolver en torno a la causa.
Protocolo presentado en mayo
Mientras tanto, a nivel policial sigue el “temblor”, sobre todo luego de que el Ministerio de Seguridad de la Provincia ordenara una purga interna que alcanzó a la mismísima plana mayor en Jefatura.
Como se indicó en La Voz, fueron desplazados tanto el jefe de la Departamental Punilla Norte (Diego Bracamonte), como los dos máximos responsables de la formación y preparación de las y los policías de la provincia: el jefe y subjefe de Recursos Humanos y Capacitación de la fuerza, los comisarios Luis Faría y Marcos Manrique, respectivamente.
Faría era miembro de la plana mayor. Tanto él como Manrique fueron pasados a retiro forzoso.
“Los policías que actuaron en La Falda no lo hicieron como marca el protocolo que oportunamente fue redactado y armado. Un protocolo del que participaron en su elaboración representantes de la Justicia, del Ministerio de Salud y de la Policía”, dijo el titular de la cartera de Seguridad, Alfonso Mosquera.
El 17 de mayo pasado se (re) presentó en la Jefatura cordobesa “el plan de capacitación para el abordaje de situaciones de urgencia en salud mental destinado a las fuerzas policiales”. Esta guía había sido elaborada en diciembre de 2019. Se trataba de un protocolo coordinado por la Oficina de Coordinación de Internaciones Judiciales Involuntarias del Poder Judicial de Córdoba (Ociji).
En mayo, la guía fue presentada al Estado Mayor y a jefes policiales.
Y se prometió que iba a ser enseñada de manera virtual a los aproximadamente 20 mil uniformados que tiene la fuerza en la provincia.
Menos de dos meses después, se produjo la muerte de Jonathan.
Por ese motivo central fue que se dispuso el relevo de los responsables de recursos humanos y formación.
“Además, una persona que sufre una crisis psicótica, como la que habría sufrido esa persona, no debe ser trasladada a una comisaría o dependencia policial, sino a un hospital público”, señaló Mosquera.
Todavía no se conocen los reemplazos en los cargos.
El miércoles hubo reuniones de alto nivel en la Jefatura.
De todos modos, en algunos ámbitos policiales de Jefatura, hay voces críticas que, por lo bajo, señalan que esa resolución se tomó antes de que la Justicia se expida y que haya conclusiones certeras sobre lo sucedido.
Seis en pasiva
Mientras avanza la investigación judicial, a nivel interno hay ya seis policías en situación pasiva. Se trata de los uniformados que participaron de la detención y que estuvieron en la comisaría. La medida fue dispuesta por el Tribunal de Conducta Disciplinaria de Fuerzas de Seguridad.
“Le propinaron golpes”
Romo fue detenido el domingo por policías que acudieron a una esquina de La Falda, luego de llamados de vecinos que alertaban la presencia de un joven fuera de sí.
En una despensa había roto una botella y ya en la calle había tenido un incidente con vecinos.
Tras ser reducido, fue detenido y llevado a la comisaría de La Falda, donde se descompuso y murió.
“Tuvo un brote psicótico. En vez de tratarlo de bien, de calmarlo, no lo hacen. Cuando ve llegar a la Policía, como se ve en los videos que están circulando, se tira al piso. La Policía lo apunta con un arma y le empiezan a propinar golpes, con una vara se la meten en la panza”, se quejó el abogado Galli con radio Universidad.
Insistió que Jonathan no era un delincuente sino un enfermo psiquiátrico y que fue maltratado. Insistió en que ye había tenido problemas tiempo atrás con la Policía.
Qué dice la guía que se le enseña a los policías
En la guía que se elaboró y se presentó a la Policía de Córdoba hay dos puntos centrales: por un lado, se establece que la fuerza física es el último recurso a la hora de actuar ante una persona que está teniendo una crisis psiquiátrica.
Por otro lado, la persona que sufre una situación de este tipo no puede ser trasladada o alojada en una dependencia policial, sino en un centro de salud.
Se enfatiza: “No efectuar muestras de agresividad física o verbal hacia la persona afectada”.
