Una joven mujer que iba a ser imputada por venta de estupefacientes en Córdoba falleció durante un procedimiento judicial que fue ejecutado este viernes por cinco agentes de la Policía Federal Argentina (PFA).
Según los resultados de los primeros análisis del médico forense, el deceso se encuadraría como muerte natural, sin signos de haber existido violencia. Aunque resta conocer el resultado de la autopsia.
El caso generó gran impacto porque ocurrió a menos de una semana de la muerte de Guillermo Bustamante, el hombre que falleció en la madrugada del lunes 24 de marzo, durante un procedimietno policial en una estación de servicio de barrio Villa Paéz. Por este hecho, hay cinco policías presos, con graves imputaciones.
Pero a diferencia de aquel caso, esta vez la víctima –Milagros Rojas (23)– había sido detenida durante la madrugada del viernes en su domicilio de barrio San Felipe, zona sudeste de la ciudad de Córdoba, a raíz de una orden emitida por la fiscala de Lucha contra el Narcotráfico, Milagros Rivas, tras una investigación de largo aliento.
Los pesquisas, bajo las órdenes de la funcionaria, habían reunido prueba suficiente para establecer que en torno a Rojas funcionaría un clan familiar que se dedicaba a la venta de drogas. Las brigadas de la PFA arribaron a la zona alrededor de las 22, pero las detenciones concluyeron varias horas después, a las 3, según informaron fuentes con acceso a la causa.
En concreto, se realizaron tres allanamientos en viviendas vecinas donde al menos tres mujeres, relacionadas entre sí por un vínculo familiar, resultaron apresadas.
Una vez finalizado el operativo, las sospechosas fueron trasladadas por la PFA hacia la unidad judicial especializada en Narcotráfico, ubicada en la avenida Presidente Julio Argentino Roca, junto al Parque Sarmiento.

Allí quedaron alojadas durante algunas horas hasta ser “inscriptas”, tal como se conoce en la jerga judicial al acto en el que reciben la lectura de las imputaciones. Cuando estaba todo listo para comenzar con este paso, debían ser nuevamente trasladadas.
En este interín, Rojas comenzó a convulsionar, según informaron fuentes allegadas a la investigación, y debió ser atendida por un servicio de emergencias. El resultado fue negativo y la joven mujer falleció.
Muerte no violenta
La investigación de la muerte de Rojas quedó en manos del fiscal Ernesto De Aragón, quien desde la primera hora instruyó medidas investigativas para establecer una explicación sobre las causas del fallecimiento.
En ese sentido, la fiscalía comenzó a recabar testimonios de las personas que estuvieron presentes durante el procedimiento y ordenó una autopsia.
Este medio pudo saber que el médico forense estableció que, tras los primeros estudios (superficiales), no se detectaron signos de violencia. En apariencia, el deceso habría sido ocasionado por causas naturales.
No obstante, De Aragón actuó con prudencia y dijo que todo está por ser determinado. Para ello, espera el resultado de las pruebas.
Por el momento, ninguno de los cinco uniformados de la PFA fue detenido o imputado por este hecho.
Fuentes allegadas a la investigación advirtieron que será importante establecer si la joven presentaba condiciones médicas preexistentes que pudieran haber afectado su salud cardiovascular.
También trascendió una hipótesis que deberá ser resuelta durante la autopsia: “La mujer podría haber ingerido parte de la cocaína que había en su domicilio, con el fin de que el resultado de los allanamientos fueran negativos”, comentaron los pesquisas.