Raquel Benavídez era una mujer de 83 años que el 12 de mayo pasado estaba mirando televisión en su vivienda de la localidad santafesina de Godoy. Aquel fue el último día de su vida: en horas de la tarde, un vecino irrumpió en la casa y la violó.
El trauma fue tan grande que el cuerpo de Raquel no soportó: tras el abuso, sufrió un paro cardíaco. Nada pudieron hacer los paramédicos que llegaron hasta el lugar, que sólo atinaron a certificar la muerte de la mujer.
Flavia Montes, hija de Raquel, habló con El Ciudadano: “Lo de mi mamá fue la crónica de una muerte anunciada”. En ese momento, la Justicia declaró que el violador era inimputable. Pero ahora, la causa tuvo un giro y el hombre será juzgado por la “violación seguida de muerte” de la víctima.
Acoso
El violador estuvo abusando de Raquel por lo menos un año antes de provocarle la muerte. La mujer les contó a sus hijas que había un hombre que le levantaba la ropa y la manoseaba cada vez que la veía. Incluso, el tipo llegó a meterse dentro de su casa.
“Cuando me contaba al principio yo pensaba que estaba inventando, a veces es propio de la edad. Pero me di cuenta que era muy convincente con lo que decía”, dijo Flavia a Crónica. La joven presentó una denuncia y advirtió a los familiares del elemento por lo que estaba ocurriendo. “Ella tenía miedo pero se quería quedar en su casa, y era lógico porque ahí estaba toda su vida”, agregó.
Los temores de la mujer se hicieron realidad en mayo de 2020. “Ese día viene mi hermana gritando que la casa de mamá estaba a oscuras, que algo le había pasado. Desde mi casa llamé al médico de cabecera y me fui corriendo a su casa. Cuando llegué la encontré muerta”, contó la hija de Raquel.
“Él la violó y ella después se murió de un infarto a causa del gran estrés que había vivido. No tenía problemas de corazón. Se murió de un infarto a causa del estrés y la tristeza de lo que estaba viviendo”, cerró la hija, con tristeza.
Poco después de la muerte de la mujer, más de 20 testigos declararon en contra del violador y la Justicia tenía las pruebas suficientes para condenarlo. Pero el hombre fue absuelto porque la justicia consideró que era inimputable. La Fiscalía apeló la medida y ahora el individuo está recluido en un instituto neuropsiquiátrico.
“Hace pocos días me llamaron para avisarme que la causa por fin va a juicio, que la jueza dijo que en esta etapa se encuentra en condiciones de ser juzgado”, expresó otra de las hijas de Raquel a los medios de comunicación. “Pedimos Justicia. Quien comete un delito tiene que pagar, no importa la edad que tenga”, completó.
