Aunque suene insólito, las autoridades de la provincia de Santa Fe han registrado una nueva modalidad utilizada para ingresar drogas a las cárceles provinciales. Y es que se trata de palomas, que en lugar de llevar mansajes, transportan narcóticos a los reclusos.
De acuerdo a lo indicado por la Policía penitenciaria santafesina, ya son ocho los casos en los últimos 10 meses. Pese a los hallazgos, los agentes remarcaron que estos casos son los de los ejemplares que fracasaron, por lo que aún se desconoce con cuanta frecuencia sucede y que tasa de efectividad tiene este método.
La última detección se dio este lunes, alrededor de las 17, cuando un par de personas que pasaban por la vereda del penal de Coronda, vieron a una paloma sobrevolando el edificio con paquetes colgando de sus patas.
Ante el aviso de los ciudadanos, uniformados del Grupo de Operaciones Tácticas (GOT) de la Policía santafesina, lograron capturar al ave. Tras revisar los paquetes, los agentes se encontraron con ocho gramos de marihuana y 12 de cocaína.
En tanto, el pasado jueves una vecina del mencionado centro penitenciario alertó a los efectivos sobre la presencia de un ejemplar de la mencionada especie, el cual revoloteaba a unos 300 metros de la prisión con un bulto en sus garras. Tras revisar dicho bulto, los efectivos hallaron un total de 45 gramos de cocaína distribuidos en 78 envoltorios.
En otros casos, los animales no solo transportan estupefacientes, sino también teléfonos celulares, chips y baterías. En cuanto al crecimiento de esta modalidad, integrantes del Ministerio de Seguridad de Santa Fe señalaron: “Hay criaderos de palomas mensajeras dentro del penal y es muy difícil combatirlas”.
Y agregaron: “Hace poco más de un mes se hizo una requisa específica para detectar palomas mensajeras. Se secuestraron centenares de palomas, que luego fueron liberadas a varios kilómetros de la cárcel para que no vuelvan”.
