En medio de la desesperada búsqueda de Lian Gael Flores Soraide, el niño de 3 años desaparecido en Ballesteros Sud, a 182 kilómetros de la Capital cordobesa, vuelven a resurgir viejas desapariciones que tuvieron lugar en Córdoba y de las que nunca se obtuvo una respuesta.
Lian desapareció de un cortadero de ladrillos en la tarde del sábado 22 de febrero de 2025. Su caso hizo recordar al del niño correntino de 5 años Loan Danilo Peña, que desapareció en la localidad de 9 de Julio.
Pero hay otros casos en Córdoba que aún son un misterio.
Vanesa Zamora, 32 años de misterio en Alta Gracia
En marzo de 1992, Vanesa Zamora, una niña de apenas 8 años, desapareció en Alta Gracia, Córdoba. El día de su desaparición, Vanesa había salido hacia el quiosco para comprar algo para la merienda en la escuela, cerca del arroyo Chicamtoltina. Sin embargo, nunca regresó a casa. Este trágico evento sacudió profundamente a toda la comunidad, dejando a su familia y amigos en un estado de consternación y desesperación.
Vanesa era la menor de tres hermanos, y sus padres, incluido su padre, un policía retirado, nunca dejaron de buscarla. A pesar de los esfuerzos, las idas y venidas con las autoridades y funcionarios públicos no han conducido a ninguna pista sólida sobre su paradero en los últimos 32 años. Para su madre, Olga Quinteros, la desaparición de Vanesa es un dolor que aún perdura, recordando un tormento de esperanzas frustradas y un vacío sin llenar.
Diego Gutiérrez: 26 años de incertidumbre en la Bahía del Biguá
En 1998, Diego Gutiérrez, un niño de 6 años, desapareció en la “Bahía del Biguá”, ubicada en el dique Los Molinos, también en Córdoba. Diego estaba jugando con sus hermanos a orillas del lago cuando, al llamarlos a almorzar, descubrieron que él no estaba con ellos. Este fue el último avistamiento confirmado de Diego, quien ahora tendría 32 años.
Desde ese día, la familia Gutiérrez enfrentó una búsqueda desesperada y llena de incertidumbre. A pesar de los extensos rastrillajes realizados en el área y el descubrimiento de una media que la madre identificó como de Diego, ninguna pista concreta ha surgido sobre su paradero.
El caso de Diego Gutiérrez involucró a múltiples fiscales y organismos de investigación, incluyendo colaboraciones internacionales y el Ministerio del Interior de la Nación. Sin embargo, las sospechas iniciales sobre personas presentes en el camping aquel día, así como las teorías de un posible ahogamiento en el lago, no han sido confirmadas ni descartadas completamente.
Ambas familias, a pesar de los años transcurridos y el dolor inmenso, continúan luchando por respuestas. Para Olga Quinteros y la familia Gutiérrez, el desafío de encontrar a sus seres queridos perdidos se convirtió en una misión que no conocen de descanso ni de rendición.
