La Justicia decidió dejar este lunes en libertad a Hugo Araudou (20) y Oscar Jegou (21), los dos rugbiers franceses acusados de abusar sexualmente de una mujer en un hotel de Mendoza a comienzos del mes pasado, tras un amistoso de Los Pumas con la selección gala. El dictamen fue firmado por Gonzalo Nazar, fiscal adjunto en lo Penal.
Según confirmó La Nación, como no hubo un pedido formal de prisión preventiva el Ministerio Público Fiscal avanzó en la solicitud de la defensa, que había pedido la liberación de los jugadores. No obstante, se dispuso que los deportistas no puedan abandonar el país y que se les retenga el pasaporte.
Para la fiscalía, “hubo contradicciones en cuanto a la mecánica del hecho y a la existencia del consentimiento”. En tanto, apuntaron que si bien se deben seguir investigando los hechos, en las pruebas obtenidas hasta el momento “no hay méritos para una prisión preventiva”.
En tanto, Jegou y Auradou seguirán imputados por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por la participación de dos o más personas.
Esta disposición ocurre luego de una serie de pruebas en favor de la defensa de los deportistas, que pusieron en duda la veracidad del relato de la denunciante. Acorde a lo informado por el mismo medio, fueron claves las cámaras de seguridad del hotel y los audios que la presunta víctima le envió a una amiga. Con este material se refuerza la hipótesis de que el acto sexual habría sido consentido.
Mendoza: el caso de los rugbiers franceses
Los acusados conocieron a la mujer, según trascendió, en el boliche Wabi de Luján de Cuyo, después del festejo del seleccionado de rugby de Francia tras el primer match de una gira amistosa contra Los Pumas.
La mujer, de 39 años, denunció que fue violada seis veces a lo largo de la noche por los dos rugbiers, que la golpearon, la arrastraron y la obligaron a realizarles una práctica sexual e intentaron asfixiarla en la habitación del hotel Diplomatic.
“Ellos decidieron no usar protección”, declaró la denunciante en la oficina fiscal de una comisaría. Después fue sometida a estudios forenses durante dos horas. Tras realizarse una tomografía por el golpe que recibió en la cabeza y otros estudios médicos, la mujer quedó internada en un hospital.
“La víctima sufrió una descompensación general del cuerpo y un trastorno del ánimo”, informó su abogada, Natacha Romano. Los estudios médicos detectaron que la denunciante tiene una úlcera sangrante en el estómago y permanecerá en observación en el hospital por 48 horas.
Tras esto, los acusados, Hugo Araudou (20) y Oscar Jegou (21), fueron trasladados desde la sede de Interpol en el barrio porteño de Palermo hasta Mendoza, donde fueron alojados en el centro de detención Estrada, en el Polo Judicial local.
La fiscal Cecilia Bignert, de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, imputó a ambos por supuesto abuso sexual agravado por acceso carnal y por la participación de dos o más personas. Los jugadores arriesgan una pena de entre 8 y 20 años de prisión.
Al momento de la imputación, los acompañó su abogado Rafael Cúneo Libarona, hermano del ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona. El defensor declaró a los medios locales e internacionales que tiene pruebas para demostrar que fue una relación sexual consentida y sin violencia, publicó Clarín.
“Les creo a los rugbiers”, afirmó Cúneo Libarona, y dudó del origen de las marcas, heridas y rasguños que constataron los forenses que examinaron a la mujer cuando realizó la denuncia, el mismo día del ataque, unas ocho horas después.
La versión de los rugbiers
La estrategia de la defensa de los rugbiers es demostrar que fue una relación consentida, sin violencia y que los deportistas del seleccionado francés no tienen antecedentes penales, ni riesgo de fuga.
En la versión de los rugbiers, Araudou reconoce que regresó al hotel en compañía de la mujer, lo que quedó registrado por las cámaras de seguridad del lobby y los pasillos. Contó que llegaron en un Cabify en compañía de otra pareja, otro jugador del equipo y una chica mendocina, que servirán de testigos para la defensa.
Incluso, agregó Cúneo Libarona, la supuesta víctima espera a Araudou afuera de la habitación porque el rugbier no tenía la tarjeta para ingresar a la habitación y fue al lobby a buscarla. “Esa espera demuestra el consentimiento”, dijo el abogado.
Dijo el rugbier que tuvieron relaciones sexuales pero que habían sido consentidas y sin violencia. Jegou dijo que cuando él llegó, ingresó a la habitación y se fue a dormir. Y que ella abandonó la habitación en un remís que pidió por una aplicación.
“Todavía no está probado que la denunciante sea una víctima”, dijo el abogado. Y cuestionó el accionar de la mujer: “Si tengo 40 años y voy a la habitación de un chico después de que me ofreció tres veces ir al baño de un boliche a tener sexo, y aparentemente el chico hacía maniobras obscenas en la recepción ¿subo a la habitación? ¿Entro con él?”.