Un nuevo hecho de inseguridad ocurrió en la mañana de este jueves, 1º de Mayo, y tuvo como protagonistas a automovilistas que sufrieron un violento ataque por parte de un grupo de jóvenes en uno de las salidas de la avenida Circunvalación en el sureste de Córdoba capital.
Se trata de la colectora que permite el ingreso hacia la autopista Córdoba-Rosario, en el denominado “rulo” donde se encuentra el asentamiento conocido como Villa Miralta.
Allí, según el testimonio brindado a La Voz por Sergio, uno de los que se encontraba en el interior de uno de los autos atacados, la colectora se encontraba bloqueda por “hierros, chapas, colchones y hasta elásticos de cama”.
“Un grupo de tres jóvenes se había parado allí con la clara intención de pedir plata a los automovilistas que pasaban. Una suerte de peaje ilegal”, dijo Sergio.

Y prosiguió: “Justo se abrió un blanco entre lo que habían puesto y aceleramos para lograr pasar rápido, fue cuando uno de los jóvenes le arrojó un golpe al auto pero no le hizo nada”.
“Nosotros estábamos viajando a Buenos Aires y en el acto llamamos a la Policía para ponerlos al tanto, ya que mucha gente seguramente va a tomar esa ruta para viajar por el fin de semana largo”, agregó.
No es la primera vez que se dan este tipo de situaciones de cobro de un “peaje ilegal” coaccionando a automovilistas en ese sector de la Capital.
Los hechos se repiten y cada vez que la Policía concurre se retiran del lugar o ya desaparecieron por lo que no se logra ninguna detención in franganti.
Villa Miralta, un asentamiento en crecimiento
Hace una semana, La Voz reflejó la realidad de ese sector de Córdoba capital.
Se trata del asentamiento ubicado en los márgenes de la ruta 9, sobre la autopista Córdoba-Rosario, que experimentó un aumento poblacional alarmante en los últimos meses.
Según los propios vecinos, en febrero del año pasado había registradas unas 45 familias, pero hoy la cifra supera las 70, con al menos 25 de ellas viviendo en la zona más expuesta, bien pegada a la transitada ruta.
Evelin, una referente de la comunidad, detalló que hay más de 100 niños habitando ese sector, muchos de ellos en situación de extrema vulnerabilidad. “Hay madres con seis hijos, familias con doce, y la mayoría tiene entre cuatro y cinco niños”, explicó.
La precariedad de las viviendas agrava la situación: construcciones de madera, chapas oxidadas y plásticos que no resisten las lluvias.
A pesar de los inconvenientes que se registran allí para los vecinos, también a esto se suma el accionar de delincuentes que entre otras cosas, bloquean la ruta para pedir este “peaje ilegal”.