En un nuevo y grave episodio de violencia urbana en Córdoba, una patota atacó a balazos de pistolas automáticas y con al menos una bomba molotov una vivienda donde reside una familia en barrio Yofre Norte, en la zona nordeste de la ciudad de Córdoba. Afortunadamente, por este episodio ocurrido en la madrugada del domingo, no hubo que lamentar personas heridas.
La pandilla escapó en al menos dos vehículos: un VW Bora y un Peugeot 208, ambos de color oscuro, y por ahora no hay detenidos.
El caso se registró pocas noches después de que otra vivienda fuera atacada de manera similar. Sucedió el pasado miércoles al filo de la medianoche en barrio Pueblito, en la franja oeste de la ciudad, adonde llegaron personas desconocidas por ahora, quienes abrieron fuego también con pistolas y lanzaron al menos dos bombas molotov contra el frente de la casa.
No hubo heridos en ese demencial ataque.
En aquel caso, los agresores fueron más allá y dejaron un cartel que decía: “Te manda saludos el sindicato 23”.
Por ese hecho ocurrido en calle Cleto Aguirre al 5400, tampoco hubo ni hay detenidos, por el momento. Hay una pesquisa que se lleva adelante.
Fuentes policiales consultadas no descartan pero tampoco aseguran que se esté frente a una misma banda detrás de ambos casos.
De hecho, vale señalar, que esta clase de ataques no es algo nuevo en el marco de la violencia urbana que impera en Córdoba.

Una mujer asesinada en un ataque a fuego
En los últimos tiempos ya hubo episodios calcados en distintos barrios de la Capital cordobesa. En algunos casos, hubo solo disparos como forma de venganzas, aprietes o amedrentamientos por distintos motivos. Incluso, fue para que una familia se marche del lugar.
En varios casos incluso, hubo ataques incendiarios.

Meses atrás, una mujer terminó asesinada de un disparo en la cabeza cuando salió a ver quién había abierto fuego contra su casa e incluso le había quemado el auto con una bomba incendiaria.
Guadalupe del Valle Balmaceda fue ultimada en barrio Villa Martínez, en la franja oeste de la Capital. Con tres sospechosos detenidos, la causa judicial avanza en una fiscalía. Las miradas están puestas en una patota vinculada que opera en el barrio y que está vinculada a distintos delitos.
A todo esto, vale señalar que incluso hubo ataques a tiros e incendiarios contra sedes policiales de la Capital.
La subcomisaría de barrio Ciudad de mis Sueños, una sede policial que fue varias veces blanco de agresiones armadas, llegó a ser atacada con molotov por una turba de vecinos.
Por esos casos, hubo jóvenes detenidos en la barriada.
Todo se circunscribe a los códigos de la violencia que se extienden.
A veces, los ataques con disparos contra una casa se dan en el marco de una venganza narco, otras veces por peleas entre facciones de grupos, deudas, robos entre ellos, un mensaje para alguien, un apriete contra un testigo...
Y el ataque con fuego tampoco es algo reciente. Pero, a la vez, son situaciones que han vuelto a repetirse y generan preocupación.
“Algunas patotas lo hacen para ‘demostrar’ y mandar el mensaje a otras de que ellas tienen ‘el poder del barrio’. Hasta que les caemos y los metemos a todos presos”, comentó una una fuente policial.
“Los aprietes con balazos siempre han existido, lamentablemente. Fue y es una forma de venganza o amedrentamiento... Siempre pasó. Lo peor es que, muchas veces, las víctimas no aportan datos, ya sea por temor o por otra cosa”, indicó una fuente oficial.
Furia a puro plomo y fuego
El último caso sucedió en los primeros minutos del domingo cuando varios hombres se bajaron de dos vehículos en calle Thomas Edison al 1700 de Yofre Norte, a 200 metros de avenida Malvinas, zona nordeste de la Capital.
En cuestión de segundos, los matones extrajeron pistolas (una mujer dijo que vio armas largas) y abrieron fuego contra el frente de una humilde vivienda. Hubo varios impactos contra una puerta.

Además, lanzaron una bomba incendiaria prendida y las llamas rápidamente comenzaron a extenderse por el frente del inmueble.
En medio del griterío y la desesperación, los atacantes escaparon presuntamente en un VW Bora (o Vento) y en un Peugeot 208 oscuros.
Varios vecinos salieron a ayudar a la familia y lograron sofocar el fuego que, afortunadamente, no ingresó a la casa.
No hubo heridos, afortunadamente.
Al cabo de unos minutos, alertadas por un llamado al 911, arribaron varias patrullas policiales. También llegaron bomberos.
Los efectivos hallaron cápsulas de proyectiles de calibres 7.62, 11.25 y 9 milímetros.
La causa quedó radicada en la unidad judicial de la zona y, bajo directivas de la fiscalía de distrito y turno, se dieron instrucciones a pesquisas policiales.
Los detectives comenzaron con las primeras indagaciones entre toma de testimonios, búsqueda de testigos y análisis de filmaciones de cámaras de seguridad de la zona para dar con los agresores.
“Se está trabajando en la causa. Hay algunas pistas de los agresores”, confió un vocero con acceso al expediente.