Wilson Luna, padre del delincuente muerto en una entradera en barrio Urca, al noroeste de la ciudad de Córdoba, denuncia que a su hijo lo ejecutó la Policía y que los efectivos le plantaron un arma.
El hombre asegura que es un caso más de "gatillo fácil" y que en el caso de su hijo, Isaías Luna (21), le "plantaron un arma vieja" en su mano derecha "cuando era zurdo".
La Justicia trata de clarificar los hechos para confirmar que se trató de un enfrentamiento dentro de la casa asaltada. El fallecido y los capturados, otros dos cómplices, tenían antecedentes.
La causa recayó en el fiscal Juan Pablo Klinger quien imputó a los dos detenidos por robo calificado en grado de tentativa.
Qué dice la familia
"No defiendo lo indefendible. A mi hijo lo ejecutaron con un tiro en la cabeza. La Policía le plantó un arma vieja en la mano derecha, pero el era zurdo", recalcó.
"No lo voy a defender, ellos estaban robando porque no tenían para comer. A mi hijo lo mataron. Le pegaron un tiro en la cien. Este fue un caso de gatillo fácil", sostuvo en declaraciones al programa Pura verdad de FM Pulxo.
El hombre consideró que las autoridades policiales "mintieron".
El episodio ocurrió cerca de las 5.10 del viernes pasado en una vivienda de la mitad de cuadra de Julio Borda al 1.200, a metros de Menéndez Pidal, en pleno barrio Urca.
Un hombre de más de 50 años sacaba su vehículo para ir a su trabajo en una automotriz, donde ingresaba a las 6. Tras abrir la reja del portón que da hacia la vereda, fue sorprendido por tres o cuatro hombres que lo habrían reducido con un arma de fuego.
"Mi hijo lo único que quería es salir adelante. Se equivocó (en salir a robar)", agregó.
"Yo no justifico lo que hizo mi hijo, pero él si tenía que pagar era en la cárcel, él no merecía la muerte y menos por un tiro en la cabeza".
El hobre consideró que su hijo "albañil" robó "por necesidad" porque no tenía "ni un pan dulce para las fiestas".
El hecho
En el lugar se secuestró un arma -cuyas características no trascendieron- que habría sido secuestrada junto al cadáver del joven abatido, Isaías Daniel Luna, de 21 años.
En la misma escena fueron sorprendidos otros dos supuestos maleantes, Cristian Agustín Araya, también de 21 años, y Martín Alberto Muñoz, de 38.
Voceros judiciales informaron que los tres tienen antecedentes policiales por delitos contra la propiedad, si bien los jóvenes de 21 cometieron esos hechos cuando eran menores de 18 años.
También se indicó que se halló una mochila con una notebook lista para ser llevada y que los asaltantes estaban listos para irse en la Ecosport del dueño de casa.
Luego de ocurrido el caso, salieron a hablar los dos máximos funcionarios policiales, el subjefe Ariel Darío Lecler y la titular de la fuerza Liliana Zárate.
El primero confirmó que la muerte del joven abatido era producto de una bala policial y justificó la intervención de sus subordinados: “Los primeros detalles que tenemos es que era inminente la situación de peligro para el personal policial y la familia y no hubo otra opción que la fuerza letal. En esos detalles estamos trabajando”.
La jefa de la fuerza destacó la tarea de los efectivos y señaló: “Había ya algunas cuestiones embaladas como para llevar. A la familia y al jefe de familia los encierran en una habitación, el hijo llama al 101 e inmediatamente llega la Policía al lugar. Hay un tema no menor que es la conmoción de la familia”.
