La violencia urbana es, desde hace tiempo, la principal causa de muerte intencional en Córdoba. Este fenómeno social engloba peleas, venganzas y represalias (de venganzas) entre conocidos, generalmente. Es la resolución de conflictos de la peor manera. Arrancó hace años y llegó, todo indica, para quedarse.
La segunda y la tercera causa de muerte violenta intencional son la inseguridad y la violencia de género, respectivamente.
En ese marco, las armas de fuego constituyen hoy el principal mecanismo para quitar la vida o intentar quitarla, en Córdoba.
En el año ya se cometieron al menos 101 asesinatos en la provincia, según datos oficiales.
En 2023 fueron 116, mientras que en 2022 sumaron 99, y en 2021, 90. En promedio, en la mitad de los casos, el agresor utilizó un arma para asesinar.
Durante este 2024, según registros de La Voz, en al menos 46 homicidios cometidos en Córdoba, se gatilló un arma. En la gran mayoría de los casos, fueron varones.
A todo esto, en los barrios de la Capital (y también en varios puntos del interior) no dejan de registrarse graves episodios de asaltos o agresiones con pistolas o revólveres.
En una semana, hubo tres hombres ultimados por disparos y al menos siete jóvenes terminaron heridos a balazos en calles de la ciudad de Córdoba.
El último crimen ocurrió en la madrugada del miércoles en barrio Maldonado, una zona de la ciudad que acumula violencias: un vecino fue ejecutado de un balazo por otro.
Fue, todo indica, una venganza por una disputa por una relación.
En paralelo, y para tomar dimensión de lo que estamos hablando cuando se habla de violencia, en este 2024, creció el secuestro de armas por parte de la Policía de Córdoba.
En estos 338 días, se secuestraron 1.822 armas de fuego en la provincia.
Dicho de otra manera: cinco “fierros” fueron sacados de circulación cada jornada, en promedio. Se secuestraron en procedimientos callejeros tras delitos, en controles preventivos o en allanamientos.
En 2023 habían sido 1.606 las armas incautadas: cuatro por día.
¿Había menos antes o se secuestra más ahora? ¿O las dos cosas de manera simultánea?
En paralelo, la Fuerza Policial Antinarcotráfico ya sacó 73 en 2024.
Con este cuadro de situación, en el Ministerio de Seguridad de Córdoba, cuya gestión va a cumplir un año en pocos días con Juan Pablo Quinteros al frente, se avanza en un plan de desarme para la población civil a cambio de dinero.
En rigor de verdad, este plan ya había sido bosquejado a poco de que Quinteros asumiera. El programa está contemplado en la Ley de Seguridad. Ahora, ha vuelto a ser reconsiderado, precisamente, por la preocupación existente por el aumento de la violencia en Córdoba.
Quinteros quiere sentarse con representantes de la Administración Nacional de Armas (Anmac) para determinar cómo se lo instrumentará. Ya hubo contactos. Hay aproximaciones para ejecutarlo.
Se habla de elaborar un plan de trazabilidad de armas.
No hay fecha concreta para lanzarlo. Pero el plan será anunciado.
Armados y desarmados
En Seguridad y en la Policía saben bien que, de concretarse, ese proyecto no acabará con las armas que están y se mueven en manos de cualquiera. Sin embargo, se remarca que la idea es inducir y atraer a vecinos y vecinas para que dejen de tener armamento en sus domicilios.
Esas pistolas y revólveres muchas veces terminan siendo robados por la delincuencia. “Sabemos que los delincuentes no van a entregar las armas. Pero es una medida para desarmar a la sociedad civil y contra la violencia”, supo decir Quinteros.
“Queremos evitar que esas armas caigan en malas manos”, remarcó tiempo atrás Quinteros. Su idea no ha variado. Tanto es así que ya lo dialogó con la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich.
La Anmac es un ente nacional.
No será la primera vez que en Córdoba se lance un programa de desarme para la población civil.
La Anmac supo desarrollar un plan entre 2007 y 2022. En esos 15 años, se retiraron 209.014 armas de las calles de todo el país. Córdoba fue parte.
En el verano de 2023, la Anmac ejecutó otro plan de desarme en Córdoba. Esta vez no anduvo bien: se entregaron 17 armas.
En la cartera de Seguridad y en la Policía provincial, tienen claro que la violencia y la intolerancia social no están teniendo freno en Córdoba. Y hay malas perspectivas.
Mientras tanto, de manera reiterada en distintos barrios de la Capital, se vienen registrando sin freno graves asaltos armados.
En este cuadro, muchos vecinos decidieron armarse contra la delincuencia en Córdoba. Esta situación es desaconsejada tanto por la Policía como por la Justicia.
Días atrás, un vecino mató de un escopetazo a su hijo al confundirlo con un asaltante en barrio Guiñazú.
En paralelo, parecieran haber recrudecido las peleas y venganzas a puro balazo entre jóvenes para resolver conflictos.
De los 101 asesinatos de este año, ya hubo más de 46 casos por violencia urbana propiamente dicha. En gran parte de esos casos, se usaron armas para matar.
En su mayoría, los casos están vinculados a conflictos desatados por el narcotráfico, otro flagelo que desde hace tiempo llegó para quedarse.
Otras veces las venganzas armadas fueron derivaciones de pleitos surgidos por robos.
El código de las armas pareciera extenderse en varios barrios.
No todo es pelea callejera. Numerosas fiestas o encuentros celebratorios han terminado en crímenes a puro balazo.
Madrugadas atrás, por caso, un cumpleaños de 15 terminó con un joven ultimado y otro gravemente herido por disparos de una patota.
En este cuadro, crece la preocupación por la portación de armas cada vez entre más jóvenes y chicos.
Noches atrás, un niño de 12 fue baleado de manera intencional presuntamente por otro y sigue en estado grave internado en un centro de salud.
En los hospitales, cada vez son más las voces médicas que señalan su preocupación por el ingreso de personas baleadas y con heridas de importancia.
En Tribunales II, se extiende la preocupación por el aumento de causas por hechos violentos cometidos por armas.
En varias oportunidades, el fiscal Raúl Garzón expresó su preocupación por el aumento en el manejo de armas en los barrios. Garzón, por caso, acumula investigaciones por agresiones armadas de vecinos contra dependencias policiales. Toda una señal de estos tiempos.
Incautación de armas
Desde la Policía se remarca que no se deja de secuestrar armas en controles y en procedimientos.
Informes oficiales dan cuenta de que, en este 2024, ya se han secuestrado 1.822 “fierros” en toda la provincia: 527 en la Capital y 1.295 en distintos puntos del interior provincial.
De cada 10 armas incautadas, en promedio, seis son revólveres, tres son pistolas automáticas y la restante es un arma larga (escopeta).
Cada tanto se halla un arma tumbera en algún operativo.
En la Policía se señala que todos esos hallazgos se concretaron en el marco de procedimientos callejeros por hechos delictivos o por operativos preventivos o por allanamientos por causas particulares.
No son pocos los policías que, por lo bajo, señalan que no hay grandes investigaciones por parte de la Justicia para dar con quienes venden o alquilan armas para proveer a la delincuencia en Córdoba.