Los máximos responsables de la importante firma autopartista cordobesa Denso Manufacturing Argentina SA advirtieron algunas señales extrañas en el manejo contable de la firma y decidieron ir a la Justicia, el pasado 7 de julio. En el fuero Penal Económico, receptaron la presentación y el fiscal del 1° Turno de Córdoba Matías Bornancini ordenó el inicio de la investigación.
La firma de origen nipón, con sedes en Brasil y Argentina, había desvinculado previamente a quien estaba a cargo del manejo contable de la empresa multinacional con importante movimiento a partir de la fabricación de piezas para automóviles relacionadas con la climatización: condensadores, radiadores, intercooler y sistemas de ventilación frío-calor.
Con los antecedentes en mano, los especialistas de la Unidad Judicial de Delitos Económicos -con sede en la Jefatura de Policía- iniciaron una prolija investigación que, al cabo de tres meses, logró determinar que existen algunas evidencias que comprometen a la tesorera de la importante autopartista cordobesa, Débora Sánchez, de 43 años.
La empresa “venía advirtiendo irregularidades en el manejo de la documentación por parte de la contable, tesorera de la firma durante los últimos ocho o nueve años”, afirmaron fuentes allegadas a la investigación judicial.
A partir de estos primeros avances en la investigación presentados por los responsables de la unidad judicial, los ayudantes fiscales Pablo Bazán y Carolina Carranza, presentaron las conclusiones iniciales al fiscal Bornancini, quien ordenó tres allanamientos -en Córdoba y en Carlos Paz- relacionados con objetivos de Sánchez y allegados.
Hasta ahora, se habría determinado el posible desvío de “una gran cantidad de fondos de los últimos años hacia cuentas propias”, indicaron las fuentes, las que agregaron que ese volumen de dinero llegaría a “alrededor de los 500 mil dólares”.
Esto, añaden los judiciales, coincidiría con lo que manifiestan terceros sobre el estilo de vida de Sánchez durante los últimos años. Adquirió vehículos de alta gama, como una camioneta todo terreno Toyota Cross 2024 y un Peugeot 308 cabriolé, entre otros vehículos.
Por otra parte, habría realizado viajes a diversos lugares del mundo, como el reciente que hizo a Europa. Entre otros países, además de España, se indican otros destinos como Colombia y Brasil.
Además, se le contabilizan, según la investigación, la propiedad de tres inmuebles registrados a su nombre, entre ellos un departamento en Carlos Paz y una casa en el barrio Valle Cercano, al sur de la capital cordobesa. El tercero, indicaron las fuentes, es un departamento en el este de la ciudad de Córdoba.
“Dibujo” contable
Los pesquisas confiaron a La Voz que Sánchez “lograba disimular sus movimientos de dinero adulterando la documentación contable para que (ese desvío) no fuera advertido por los representantes de la empresa”. Agregaron que “en los reportes que hacía ‘dibujaba’ el manejo de la información” contable.
Al cierre de la semana judicial, Bornancini concretó los allanamientos a través de los efectivos de Delitos Económicos y también ordenó la detención de Sánchez.
Una vez que la tuvo a disposición suya, el fiscal del fuero Penal Económico imputó a quien dijo ser contadora el presunto delito de “defraudación por administración fraudulenta”.
En los allanamientos practicados, además de haberse materializado la detención de la extesorera Sánchez, se secuestraron algunos de estos vehículos presuntamente adquiridos con los fondos que habría desviado a sus cuentas bancarias, además de otros elementos útiles para afianzar el esclarecimiento de la causa.
Para los responsables de Delitos Económicos, la investigación “avanza a paso firme” y en los próximos días el fiscal Bornancini convocaría a Débora Sánchez para receptarle la correspondiente declaración como imputada.
Caso similar
El caso de Denso Manufacturing recuerda a una causa similar investigada también por el fiscal Bornancini, la de la clínica “Pediátrica”, ubicada en el barrio Cerro de las Rosas, al noroeste de la ciudad de Córdoba.
Allí también, según la investigación, se verificó un caso de “administración infiel”. En ese caso, Bornancini imputó a María Carolina Ortiz (52) y a su marido, Daniel Hugo Funes (52), luego de haber lanzado un ambicioso operativo de allanamientos por la zona noroeste del Gran Córdoba que se hizo de abundante evidencia para el avance de la causa.
La investigación presume que durante unos 15 años se produjo un manejo discrecional de la administración, que había sido confiada a Ortiz. En este caso, la investigación también se inició a partir de denuncias de los titulares de la clínica pediátrica ubicada en Hugo Wast al 2000, a metros de Rafael Núñez.
