Tras casi seis años de investigación, el juez federal N° 3 de Córdoba, Miguel Hugo Vaca Narvaja, archivó la denuncia presentada por el hijo de un exchofer de Industrias Kaiser Argentina (IKA) hallado muerto en una playa de estacionamiento en 1977, durante la última dictadura cívico-militar.
El caso investigado en Córdoba
La investigación comenzó a partir de la denuncia que Carlos Alberto Medina, hijo de Rufino Arcenio Medina, presentó en la Justicia federal en septiembre de 2019. Dijo que un día su padre salió trabajar a IKA, como lo hacía usualmente, y nunca más regresó.
El gran complejo industrial de IKA llegó a ocupar en relación de dependencia directa a más de 20 mil trabajadores en sus plantas de IKA (Santa Isabel), Icksa, Aviones Lockheed-Kaiser, Transax, Ilasa, Perdriel S., Metalúrgica Tandil y Siam Automotores.
La familia, que vivía en barrio San Vicente, comenzó a barajar varias hipótesis de la repentina desaparición: desde el abandono hasta alguna relación paralela con otra mujer.
El denunciante declaró que su madre nunca le comentó nada sobre el hecho, y que desconocía si su padre militaba para algún sindicato o partido político.
Pero sí recuerda que, cuando su padre trabajaba para Kaiser, llevaba panfletos de “color rojo, negro y blanco”, aunque no a qué sindicato o agrupación pertenecían. Dijo que su padre tapaba los folletos con unos muebles y que obligó a la familia a constantes mudanzas, lo que fue motivo de discusiones permanentes con su madre.
A partir de la investigación judicial, se confirmó que el cadáver fue hallado en una playa de estacionamiento en Córdoba y que los efectivos de la Seccional Segunda de la Policía lo enviaron a la morgue.
El fiscal a cargo del caso, Carlos Casas Nóblega, halló una nota fechada el 7 de mayo de 1977. Estaba firmada por el subcomisario Marcelo Irusta, de la seccional mencionada, y dirigida al director del hospital San Roque. En ella le explicaba la remisión del cadáver de Rufino a la morgue, con conocimiento del Juzgado de Instrucción de Novena Nominación.
Los pesquisas también corroboraron que en el libro de la morgue consta la foja con el ingreso del cadáver, aunque en el libro de entradas del juzgado no se halló constancia del caso.
De todas formas, en el archivo del mismo juzgado fue localizada una copia certificada de la constancia del Cuerpo Médico Forense, con fecha del 30 de mayo de ese año.
¿De qué murió?
Los investigadores intentaron determinar la causa de la muerte de Medina. ¿Fue natural, violenta o en circunstancias extrañas? El Registro Civil de la ciudad de Córdoba remitió la partida de defunción que consigna que Medina falleció el 7 de mayo de 1977 por “insuficiencia cardíaca”, de acuerdo con el certificado expedido por el médico Luis Humberto Cerioni.
En aquel momento, Cerioni era secretario médico del Tribunal Superior de Justicia (TSJ). En la causa “Osatinsky/Villegas”, Cerioni fue quien en 1976 solicitó al por entonces juez de Instrucción Militar, teniente coronel Daniel Figueroa, los certificados de defunción de José Osatinsky (15) y José María Villegas (21), asesinados por miembros del Comando Radioeléctrico que intentaron hacer pasar los crímenes como un enfrentamiento armado.
En el caso de Medina, el fiscal solicitó al juez Vaca Narvaja el archivo de la causa al no poder determinar –al menos, por ahora– que su muerte “hubiera sido a raíz del ilegal accionar represivo estatal”.
Ante la imposibilidad de obtener otras pistas, el magistrado archivó el caso.