Un hombre de 66 años fue condenado a prisión perpetua por haber asesinado a su vecina de 93 años en la ciudad de La Cumbre, en el valle de Punilla, en febrero de 2023. Según la Justicia, el brutal crimen fue por un litigio por un remate judicial.
La víctima fue Rosa Lucero. Su asesinato causó conmoción en aquella población serrana y en Córdoba.
Como el hombre tenía que marcharse de la propiedad, aprovechando que tenía la llave de la casa de la anciana, entró a su domicilio, la mató y le robó una importante suma en dólares y pesos.
Miguel Ángel del Valle Cáceres (65) fue sentenciado a la pena máxima tras ser hallado culpable de robo calificado y homicidio criminis causae (cuando se mata para buscar la impunidad) por la Cámara del Crimen de Cruz del Eje.
La fiscal, Fabiana Pocchettino, confirmó que se trató de un juicio abreviado. Cercado por las pruebas en su contra, el hombre admitió todo.
El crimen ocurrió en febrero de 2023 en la vivienda de la mujer, en calle Rivadavia 347, centro de La Cumbre.
Cáceres vivía en la planta baja del edificio y, en la parte frontal, funcionaba un minimercado.
La mujer residía arriba.
Durante la investigación, se descubrió que varios años atrás, Rosa Lucero le habría donado derechos sucesorios de la propiedad a cambio de que él la cuidara.
“Para mí, ella era como una madre. Incluso tenía acceso con mi propia llave”, supo declarar el asesino cuando aún era testigo.
Debido a las disputas de herencia, la vivienda estaba programada para una subasta que se iba a llevar a cabo el 15 de febrero de 2023. Ese día, la mató.
La confianza que la mujer tenía en Cáceres era tal que este tenía una llave del departamento y acceso a su aplicación bancaria, donde podía consultar detalles de plazos fijos, renovarlos y gestionar sus finanzas.
La investigación judicial determinó que, entre las 3 y las 4 de la madrugada del 15 de febrero de ese año, el acusado ingresó a la residencia con la intención de robarle 57.700 dólares y $ 1.100.000, aproximadamente.
A golpes
Según el expediente judicial, Cáceres irrumpió en la vivienda y encontró a la mujer en la cocina, donde le propinó varios golpes en el rostro y la cabeza con un objeto contundente, causándole la muerte. Luego, colocó el cuerpo en el pasillo de la casa, cerca del dormitorio.
El agresor posteriormente escenificó el crimen para desviar la atención de los investigadores. Forzó la puerta de la cocina en la ubicación del cerrojo y colgó una cuerda de más de cinco metros desde una ventana hacia el patio interior de la propiedad.
Cáceres fue quien alertó a la Policía por medio de una llamada telefónica. Indicó que “estaba llamando desde la escalera” y, al no recibir respuesta, decidió subir a su departamento, donde encontró a la víctima tendida en el suelo, aparentemente sin vida y con abundante sangre a su alrededor.
Él mismo abrió la puerta para permitir el ingreso del policía que llegó.
Su plan se vino abajo tras una prolija investigación policial y judicial.