El fiscal de Delitos Complejos, Enrique Gavier, dictó la prisión preventiva del ex subjefe de Policía, Alejandro Eduardo Mercado, a quien considera el jefe de una asociación ilícita con múltiples delitos, algunos con eje en la clausurada Galería Norte. También decidió la prisión preventiva del comisario inspector Cristian Norberto Rubén Cabrera, a quien Gavier responsabiliza como coautor de asociación ilícita en carácter de jefe, partícipe necesario de falsa denuncia, estafa y falsedad ideológica.
La medida alcanza también a los integrantes del “clan Monje”, que manejaban buena parte del comercio ilegal en la galería céntrica. Gavier rechazó un pedido de cese de prisión y dictó la preventiva contra Roberto Adrián Monge, Fiorella del Valle Monge, Roger Emmanuel Monge y Maciel Adrián Monge. Esto alcanza también a Ariel Germán Baruchelli, Rubén Ismael Cuevas y la subcomisaria Verónica Paola Aguilar. A todos les asigna ser parte de la asociación ilícita.
Según la investigación de Gavier, la organización operaba aproximadamente desde el año 2016.
“El entonces director General de Investigaciones Criminales de la Policía de Córdoba, comisario mayor Alejandro Eduardo Mercado, el comisario inspector Cristian Norberto Rubén Cabrera y la subcomisario Verónica Paola Aguilar, junto a Roberto Adrián Monge alias “coco”, Roger Emmanuel Monge, Maciel Monge alias “machi”, Fiorella del Valle Monge, Rubén Ismael Cuevas y Ariel Germán Baruchelli, entre otros sujetos, tomaron parte en una asociación ilícita predispuesta a la comisión de una serie indeterminada de delitos. El pacto criminal se habría ido consolidando implícita y paulatinamente entre los nombrados a través del tiempo, quedando consolidado a partir del año 2022″, describe la acusación de Gavier.
De acuerdo a lo que comunicó la fiscalía, “la actividad ilícita principal era la reducción y comercialización de teléfonos celulares de origen delictivo o ilícito, sustraídos o utilizados en la comisión de delitos; la reducción y comercialización de neumáticos de origen delictivo, presuntamente sustraídos o ingresados al país violando las leyes aduaneras o impositivas; y la compra y venta ilegal de moneda extranjera”.
Gavier le atribuye a Mercado actuar como jefe de la organización. “Operaba desde tal jerarquía policial, la cúspide de la dirección policial encargada de la investigación de los delitos cometidos en el ámbito del territorio de la provincia, a través del comisario inspector Cristian Norberto Rubén Cabrera, su amigo, su subalterno inmediato y uno de sus principales hombres de confianza, jefe de Coordinación de las Brigadas Civiles de Investigación de la Policía de la Provincia de Córdoba, dependiente de la Dirección General de Investigaciones, como jefe intermedio de la organización criminal, brindaba cobertura y protección a la banda, incumpliendo también sus deberes de perseguir el delito”, describe el fiscal.
Roberto Adrián Monge, alias “Coco”, “por su amplia experiencia en el rubro, su red de contactos; era quien coordinaba las acciones concretas de la actividad ilícita que se ejecutaba; impartía directivas principalmente a Roger Emmanuel Monge, Maciel Monge alias “Machi”, Fiorella del Valle Monge y a Rubén Ismael Cuevas”, según la pieza en la que se definen las preventivas.
El “clan Monje” operaba desde una oficina con el nombre de fantasía “Doble Click” en la calle San Martin n° 70, en la denominada “Galería Comercial”, en la oficina 43, entrepiso, de esta ciudad Córdoba, la que funcionaba como centro principal de operaciones.
A la subcomisario Verónica Paola Aguilar, jefe de las Brigadas Civiles de Investigación de la localidad de Saldán, le atribuye principalmente participar de la compraventa ilegal de divisas extranjeras conjuntamente con Cabrera.
En un segundo hecho, Gavier relata que “Baruchelli se habría dispuesto a cometer un hecho contra la propiedad, presumiblemente habría procurado defraudar a la compañía de seguros de su vehículo. En ese cometido, se contactó con su socio Cabrera quien, en conocimiento de la finalidad ilícita y valiéndose espuriamente de la red de contactos con funcionarios judiciales que le otorgaba su alta jerarquía en la Policía se contactó con el funcionario público de la Unidad Judicial n° 12 de la ciudad de Córdoba, el imputado Juan José Corzo, quien se desempeñaba en el cargo de decretario de Actuaciones o fedatario, a quien le encomendó confeccionar una denuncia de contenido falso”.
Cabrera le facilitó a Corzo a través de WhastApp todos los datos filiatorios necesarios para poder confeccionar la denuncia judicial, según la investigación. Con esta maniobra, la compañía de seguros Cooperación Seguros resultó defraudada en la suma de aproximadamente $ 441.603,31, según Gavier.
La resolución del fiscal da cuenta de otro delito: falsedad ideológica. Es una caso semejante, protagonizado por otra imputada, Ana María Pala, quien también buscó una constancia judicial para presentar en la compañía de seguros de su vehículo, por el presunto robo de la rueda trasera derecha con llanta de su vehículo Volkswagen T-Cross. Pala se contactó con Cabrera quien de nuevo involucró a Corzo, según Gavier.
