En la mañana de este domingo, los encargados del equipo pastoral de la Capilla San José Esposo, situada en Malagueño, encontraron un escenario de grave vandalismo: hostias consagradas pisoteadas, el sagrario tirado en un baño, vino de misa sustraído y otros objetos litúrgicos dañados.
Según relató Soledad Brizuela, una de las encargadas de la liturgia, el templo “se preparaba para la misa de los domingos” cuando entraron los delincuentes. El acceso habría sido por un pequeño ventiluz del baño ubicado en la zona de la sacristía. Dentro, se constató que no solo se robaron una botella de vino de misa, sino también gaseosas, comida de un festejo del Día del Niño y un parlante utilizado para las procesiones. “No se llevaron el cáliz u otros objetos mayores pues los iba a delatar”, explicó Brizuela.
El párroco Héctor González confirmó que esta no fue la única agresión al complejo parroquial: “La semana pasada arrancaron la cámara que da a mi oficina; el jueves nos levantamos y faltaba la luz; el sábado volvieron a robar cables”, relató.
Ante la profanación, la comunidad celebró una misa de desagravio, donde se realizó la bendición del templo y la adoración al Santísimo, en cumplimiento de la liturgia ante un atentado al signo más sagrado para la comunidad.
