La mañana de este lunes se vio marcada por un extenso corte en Camino Negro, a la altura de Puente La Noria, protagonizado por puesteros y trabajadores de la feria La Salada, en el conurbano bonaerense. La manifestación, que se extendió por casi siete horas, generó un caos vehicular significativo en ambos sentidos del tránsito.
Jorge Castillo, conocido como “el rey de la Salada”, la feria más grande de Latinoamérica, fue detenido el pasado 22 de mayo en su domicilio de Open Door, partido de Luján. La detención se produjo en el marco de un megaoperativo llevado a cabo por la Superintendencia de Agencias Federales de la Policía Federal Argentina (PFA), que incluyó 62 allanamientos simultáneos.
Comerciantes piden que se reabra La Salada
El motivo principal de la protesta es el reclamo por la reapertura del predio de La Salada, que permanece clausurado preventivamente desde fines de mayo tras la detención de Jorge Castillo, apresado en el marco de una causa iniciada en 2023 que investiga un entramado de 89 sociedades y 160 personas por lavado de dinero y evasión, vinculados al circuito del comercio informal.
Inicialmente, la manifestación transcurrió de manera pacífica. Sin embargo, pasadas las 9 de la mañana, la situación escaló cuando la Policía Federal activó un protocolo para intentar liberar el tránsito, lo que derivó en enfrentamientos con un grupo minoritario.
Estos manifestantes violentos comenzaron a arrojar piedras y ladrillos a las fuerzas de seguridad. La mayoría de los feriantes pacíficos se retiraron de la autopista para evitar ser heridos. El pequeño grupo violento se trasladó luego a la colectora, donde continuaron los ataques. Minutos antes de las 10 am, efectivos de la Policía Bonaerense se acercaron y dialogaron con ellos, logrando detener los ataques.
Cruces entre Nación y Provincia
La tensión en Puente La Noria también se trasladó al ámbito político. La ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, criticó en redes sociales la ausencia de la Policía Bonaerense del gobernador Axel Kicillof, denunciando que las fuerzas federales estaban siendo atacadas y cuestionando si la provincia era “tierra de nadie”, abogando por terminar con la “doctrina pro delincuentes”. El ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, respondió también en X, acusando a la PFA de montar un “circo” y afirmando que ellos trabajan donde les corresponde.
Los feriantes afectados denuncian que el cierre de La Salada los dejó “sin laburo”. Un carrero explicó que su trabajo implica transportar mercadería y que, con la clausura, se quedaron sin ingresos. Se estima que entre 7 y 8 mil puestos de feria están sin poder trabajar. Contando a carreros, locales de comida y otros trabajadores complementarios, las personas afectadas podrían ser entre 30 mil y 40 mil, según otro manifestante.
Los protestantes enfatizaron que La Salada es una “cuna de trabajadores”, con un 80% de la sociedad que lo reconoce. Pidieron a la fiscal Cecilia Incardona y al juez Luis Armella que diferencien entre quienes trabajan legalmente y las actividades ilegales. Afirmaron que hay gente que trabaja “en blanco”, al día con sus contribuciones, y que tiene talleres legalmente establecidos. Consideran que levantar la clausura es un acto de justicia, ya que no les permiten defenderse.
Además de no poder trabajar, los puesteros denunciaron que su mercadería quedó “secuestrada” dentro del predio. También pidieron diferenciar a los trabajadores de Jorge Castillo, asegurando que él ya no tiene puestos en la feria y que “ninguno de los que estamos acá somos millonarios”.
Los manifestantes remarcaron que la protesta es la única forma de ser escuchados, motivados por el “miedo a que nuestra familia se quede sin comer” tras una semana sin trabajo. Afirmaron estar expresándose “en democracia, bajo derecho”, citando el derecho constitucional al trabajo, y destacaron que “no se están pidiendo planes ni subvención, nada más el derecho a trabajar”.
Por su parte, la secretaria general del Sindicato Único de Trabajadores Feriantes de la República Argentina, Mariana Berbeglia, confirmó su presentación en la causa para velar por los derechos de los representados.
Berbeglia señaló que hay más de 20 mil trabajadores en La Salada y más de 8 millones de feriantes en Argentina. Si bien se mostró a favor de una clausura temporal para generar un cambio y terminar con la mercadería informal, pidió que se “blanquee la actividad feriante”. Denunció que era casi imposible conseguir un puesto nuevo de forma legal y que la actividad de “feriante puestero” ni siquiera existe en los registros formales (Arca).
Finalmente, la protesta en Puente La Noria comenzó a ceder pasadas las 13.30, logrando liberar la zona. Sin embargo, los feriantes adelantaron que este martes volverán a reunirse desde las 6 de la mañana y no descartan un nuevo corte si no obtienen respuestas a sus reclamos.