Juan Manuel Beltrán, el empresario de 45 años que fue detenido el domingo acusado de haber sido el conductor que golpeó a chicos con su camioneta y luego se marchó sin ayudar en el Camino Intercountries, sigue detenido en el Establecimiento Penitenciario Número 9, más conocido como la alcaidía de la ciudad de Córdoba.
Beltrán está preso, acusado por lesiones culposas agravadas. No está claro cuándo será indagado.
La fiscalía ordenó una serie de medidas y peritajes tanto para él como para su Amarok. No trascendió el resultado del test de alcoholemia y de sustancias.
En contacto con La Voz, su abogado, Tristán Gavier, dijo que pudo hablar con Beltrán y refirió que él está “muy preocupado por la salud de los adolescentes”.
“La mayor parte de la charla que tuvimos estuvo centrada en el estado de salud de ellos. Él está muy preocupado por la salud de los chicos”, dijo.
Luego señaló: “No sé si huyó... Yo creo que no los vio y que incluso ni sintió el golpe con el espejo, por la hora y la oscuridad”.
Además, indicó que espera a ser indagado en Tribunales II. Desde la fiscalía de Jorgelina Gutiez se ordenaron peritajes al rodado y al empresario, como test de alcoholemia y sustancias.
Gavier espera que su cliente sea liberado cuanto antes.
Desde la fiscalía, se indicó a La Voz que los tres chicos fueron dados de alta, afortunadamente.
Todo sucedió el domingo pasado a las 3 de la madrugada, cuando al menos tres chicos que volvían caminando de una fiesta de 15 fueron golpeados por una camioneta que presuntamente pasó a alta velocidad y nunca se detuvo, en el Camino Intercountries, entre La Calera y Capital.
El domingo a la tarde y, tras una paciente pesquisa, personal policial localizó a Beltrán en su casa del country El Bosque. El hombre fue invitado a llevar la camioneta a la unidad judicial. Cuando lo hizo, quedó preso por orden de la fiscalía.
“Baja de imputación”
Hay un punto no menor en la discusión que se viene. En ámbitos defensivos, esperan que la fiscalía pueda “bajar” la imputación de lesiones agravadas a lesiones leves. En ese caso, entienden en la defensa, el empresario podría quedar en libertad.
De todos modos, resta esperar al avance de la causa y lo que decida la fiscalía.
No se descarta que algunas de las víctimas, a través de sus padres o madres, puedan constituirse en querellantes.