Fernando “Lechuga” Pérez Algaba, el empresario que fue asesinado y mutilado en Ingeniero Budge, era un fanático de los autos de alta gama. Pérez comenzó a trabajar a los 14 años vendiendo sándwiches en un remisería y los 17 ya se emancipó.
El hombre de 40 años, tuvo varios oficios hasta cumplir la mayoría de edad. Trabajo como repartidor de pizzas y se desempeño en heladerías, pancherías, restaurantes, pizzerías y en un taller mecánico.
“Lechuga” viajó a Bariloche luego de emanciparse, allí se dedicaba a vender viajes de egresados, contó en una entrevista a Ámbito Financiero.
Luego de unos años volvió a Buenos Aires, donde adquirió una moto de alta gama (una CBR 200) con la intención de revenderla. De allí en adelante, Fernando se dedicó a comprar autos, mejorarlos y venderlos. El empresario comentó que viajaba a Paraguay con frecuencia, allí conseguía ruedas a menor precio para remodelar los coches que luego revendía.
A sus 24 años, la víctima ya tenía un galpón repleto de autos de alta gama, motos de carreras y de agua. Su incursión en el mundo de la compra y venta de automóviles derivó en un nuevo trabajo para Pérez dentro del mundo de los negocios: comenzó a desempeñarse como trader en Forex y Criptomonedas en Buenos Aires.
Luego de unos años, “Lechuga” se mudó a la ciudad estadounidense de Miami, donde abrió su propia empresa de alquiler de vehículos y luego otra de motos acuáticas. Ni bien llegó a Norteamérica, contó Pérez, comenzó a invertir en la bolsa de Wall Street, ganando US$ 200.000 en cuatro días.
Al cabo de un tiempo, el empresario abrió una oficina para invertir en EE.UU. “Armé una oficina con 25 traders. Somos comerciantes que obtenemos rentabilidad al efectuar operaciones de compra y venta de activos en los mercados financieros y bursátiles”, explicó en una nota a Diario Perfil.
Además de su lado empresarial, Pérez también era piloto del TC Regional.
Su vida en las redes
Fernando solía subir posteos con frecuencia en sus perfiles. En ellos, se mostraba con sus lujosos autos y motos. Además de compartir fotos suyas en el gimnasio y en fiestas. El argentino solía acompañar sus publicaciones con frases motivacionales. “El éxito llega para todos aquellos que están ocupados buscándolo”, escribió en un video.
“Lechuga” también posteaba imágenes de sus dos perros de raza Bulldog Francés, los cuáles contaban con su propio perfil de Instagram. Ninguno de los dos animales fueron hallados en la casa en la casa de Pérez, ubicada en la localidad bonaerense de Ituzaingó.
Cómo fue el hallazgo del cadáver del empresario en Ingeniero Budge
Este domingo, dos chicos que jugaban al fútbol se toparon con una valija abandonada cerca del canal que contiene al arroyo del Rey, en Ingeniero Budge, provincia de Buenos Aires. Al abrirla, encontraron los restos descuartizados de Pérez Algaba. Los jóvenes alertaron a la policía y gracias a las huellas dactilares recolectadas del cuerpo desmembrado y los tatuajes en las extremidades, se logró la identificación de la víctima.
La Policía Científica destacó que los cortes en las extremidades se realizaron de manera precisa, lo que sugiere la posible participación de un profesional en el crimen. Durante los allanamientos realizados en el departamento que alquilaba en Ituzaingó, no se encontraron su teléfono celular, billetera ni otros objetos de interés para la investigación.
El caso está bajo la supervisión del fiscal Marcelo Domínguez de la UFI N°5 de Lomas de Zamora. Como pista clave, se investiga la valija, ya que dentro había documentos de una familia. Las autoridades buscan esclarecer los motivos y dar con los responsables.
Varias personas reconocieron la valija y dijeron que había sido robada por una mujer de la zona. Fue detenida pero su implicación en el homicidio aún no ha sido confirmada. Las autoridades también están revisando las cámaras de seguridad en busca de otros posibles sospechosos.
