Mientras el dolor, el desconsuelo y la conmoción se extienden entre los familiares y amigos de Juan Carlos Luna, el albañil fusilado de un balazo en la nuca por delincuentes que quisieron robarle su camioneta días atrás, los investigadores continúan con la pesquisa para esclarecer este brutal episodio ocurrido en barrio Comercial, en la zona sur de la ciudad de Córdoba. En un primer momento, se detuvo a cuatro jóvenes por sospechas leves.
El asesinato del albañil se agrega a una nómina que impacta: en lo que va del año, al menos 10 víctimas murieron ultimadas en el marco de asaltos ocurridos en la provincia de Córdoba, según un registro de La Voz.
En paralelo, son ocho los sospechosos de robo que terminaron ultimados por disparos, en la mayoría de los casos por vecinos o vecinas que resistieron asaltos en la provincia en lo que va de este año. La mayoría de los casos, a priori, vienen siendo encuadrados por la Justicia como legítima defensa. De todos modos, resta el avance de esas investigaciones judiciales.
De esta manera, la inseguridad ya se cobró al menos 18 vidas este año en distintos episodios ocurridos tanto en la Capital como en el interior provincial.
En lo que va de 2023, se han cometido al menos 79 homicidios en toda la provincia, de acuerdo con el registro de La Voz basado en información policial y judicial.
Con las 18 muertes (entre víctimas propiamente dichas y los presuntos ladrones), la inseguridad aparece como la segunda causa de muerte violenta intencional en Córdoba.
La primera causa, como viene sucediendo desde hace años, sigue siendo la violencia urbana. Se trata de peleas y venganzas que terminan de la peor manera: homicidios.
De acuerdo con el registro del diario, ya hubo al menos 46 crímenes. En su mayoría, varones.
En tercer lugar de homicidios en Córdoba está el peor costado de la violencia de género: los femicidios. Ya se contabilizan al menos 12 casos en lo que va del año (ver página 13).
Armas de fuego
Al analizar los homicidios registrados en el año en Córdoba, surge que la mayoría de los casos fueron cometidos con armas de fuego, ya sea revólveres o pistola automáticas.
Se trata de una constante que se viene dando en los últimos años en la provincia y que vuelve a dejar en evidencia de qué manera hay armas en manos de cualquiera, sobre todo para saldar pleitos o cuestiones personales. De acuerdo con el registro, pistolas calibres 22 y 9 milímetros fueron las armas con las que más se asesinó en Córdoba. Muchas veces, esos “fierros” aparecieron en manos de menores de edad.
En los asesinatos que se produjeron durante robos, la mayoría de las veces aparecieron armas de fuego.
En segundo lugar, el método más usado para matar fueron las armas blancas: cuchillos, puñales o puntas caseras. Las armas blancas fueron usadas en 10 homicidios por violencia urbana.
También hubo homicidios cometidos con otros elementos, como objetos contundentes: hierros, barretas, cascotes o ladrillos. No deja de impactar que hubo crímenes cometidos a golpes. En un caso se empleó una almohada; en otro, una soga, y en otro, un auto para atropellar.
Otro dato que estremece es la edad de los victimarios. Con base en datos oficiales difundidos por fuentes judiciales o policiales, hubo cuatro adolescentes con menos de 17 años involucrados en crímenes este año.
Y, si bien en muchos hechos se desconoce con precisión la edad del o de los atacantes, el promedio etario que surge del registro que lleva este medio es de 34 años.
Víctimas fatales de asaltos
El 8 de enero, Agustín Ávila inauguró la lastimosa sumatoria de víctimas de homicidios este año en Córdoba. El joven fue muerto a golpes y puntazos por una patota en Jesús María.
Según la Justicia, el joven sufrió el robo de una gorra en inmediaciones del anfiteatro José Hernández, durante una de las noches del Festival de la Doma y el Folklore. Cuando fue a reclamar, un grupo de adolescentes se le fue encima y lo atacó hasta matarlo. Por el hecho hubo ocho detenidos, varios menores.
La seguidilla continuó en febrero con el crimen de Nelly Lucero, víctima de un brutal asalto en la ciudad de La Cumbre, en Punilla.
“Rosita”, tal como era conocida, recibió una golpiza. Hubo dos detenidos por este hecho.
La mujer de 93 años vivía sola. Le robaron una importante suma de dinero. Para la Justicia, el ataque sería el violento epílogo de una larga disputa por derechos de posesión que la víctima mantenía con un conocido.
Días más tarde, el 21 de febrero, la tercera víctima fatal durante un robo fue José Agustín Rearte (43), un vecino de Ameghino Sud, zona oeste de la Capital. Lo mataron de dos balazos en la espalda.
La Policía dijo que Rearte tenía frondosos antecedentes penales, pero su familia lo negó.
Al hombre le llevaron la motocicleta en la que se conducía. Luego, fueron arrestados los dos presuntos motochoros y responsables del crimen, de tan sólo 17 y 18 años.
Fueron imputados por homicidio en ocasión de robo.
Al cabo de unos días, el 13 de marzo, un sórdido hallazgo se produjo en una casa ubicada en el paraje Colonia San Antonio, a escasos kilómetros de la localidad de El Tío.
En la vivienda, fueron hallados dos adultos mayores asesinados. Las víctimas fueron Nicolaza Rosa Frontera (79) y Antonio López (78).
Por el hecho fueron detenidos su nieto Emilio Leandro López y otro joven de 20 años, de apellido Galaverna, sindicado como supuesto cómplice. Se cree que el nieto habría entrado a robar pertenencias.
Meses más tarde, se produjo el crimen de Alberto Cobos, primo del afamado cantante de cuarteto “Toro” Quevedo. Ocurrió el 20 de mayo en la ciudad de Río Cuarto.
Ocurrió el 20 de mayo en la ciudad de Río Cuarto. El hombre fue abordado por dos motochoros, quienes le dispararon y le robaron la moto.
Murió tras recibir dos balazos en el tórax y uno en la espalda. Por el ataque, hay dos detenidos.
Una nueva víctima de la inseguridad fue Oscar Alejandro Borgarello (57), quien perdió la vida tras recibir una golpiza el 11 de julio en Parque Síquiman. Hay dos detenidos. Le habían robado electrodomésticos, según la sospecha judicial.
Ya en agosto, la octava víctima fue un querido vecino de barrio El Pueblito, en la zona oeste de la Capital.
Se trataba de José Aguirre (57), quien se ganaba la vida como remisero. Fue asaltado por ladrones que quisieron robarle. Como la víctima quiso escapar, fue ultimado de un balazo en el pecho.
Su esposa vio todo, ya que iba en el mismo vehículo. Resultó ilesa.
Luego del crimen, la mujer dijo que regresaba a Perú, donde había nacido, al igual que su esposo. Por este crimen hubo varios detenidos.
El penúltimo caso en la lista, antes del crimen en barrio Comercial del pasado lunes, tuvo por víctima a Ana Beatriz Pasos, una jubilada que tenía 80 años.
La mujer fue asesinada a comienzos de octubre en su casa de barrio Jorge Newbery, franja norte de la ciudad de Córdoba.
Una de sus hijas halló el cuerpo sin vida durante la siesta. Sus pertenencias estaban revueltas y la víctima presentaba golpes, heridas y habría sido maniatada con un cordón.
La Justicia cree que fue víctima de un robo perpetrado por conocidos de la mujer.
Por ahora, no hay detenidos.
Sospechosos muertos
En lo que va del año, son ocho los sospechosos de robo que han terminado muertos tanto en Capital como en el interior de la provincia de Córdoba.
En la mayoría de los episodios, perdieron la vida como consecuencia de la reacción de las víctimas.
Entre los casos, sobresale la muerte de un presunto ladrón que fue ultimado accidentalmente por su cómplices. Ambos jóvenes, según la Justicia, habían querido asaltar a un repartidor del correo en la Capital.
Los dos últimos casos se produjeron en la localidad de La Granja y en la ciudad de Villa Carlos Paz.
El primero se registró el 7 de octubre: aquella jornada, una mujer resistió un asalto en su propiedad y, con una pistola, ultimó a uno de los presuntos asaltantes.
Respecto del caso sucedido en Carlos Paz, fue en un local donde presuntamente se vendían dólares. El encargado resistió un robo y terminó matando a uno de los supuestos autores del asalto.
Matar para resolver conflictos
La violencia urbana sigue siendo la principal causa de muerte violenta en la provincia de Córdoba.
Por lo general, se trata de peleas o venganzas entre personas conocidas que resolvieron un conflicto de la peor manera. Según reconocen investigadores, en numerosos hechos la droga estuvo presente.
No menos preocupante es que en Córdoba han vuelto a registrarse crímenes por encargo.
Por caso, un hombre fue emboscado y ultimado en la zona de Bajada de Piedra este año. Su cuerpo fue calcinado para borrar pruebas.
La investigación avanzó y permitió dar con cuatro sospechosos: uno de ellos ya estaba preso y sería el ideólogo. Al parecer, fue un crimen tramado en una venganza narco.
