El temor y la indignación coparon las calles de Río Cuarto. A las noticias nacionales sobre resonantes hechos de inseguridad se le sumaron, en los últimos meses, repetidos relatos locales sobre vecinos asaltados, baleados, desesperados por haber sido víctimas de violentos robos.
Cadetes, familiares de víctimas de delitos graves, vecinos hartos de vivir con miedo se movilizaron en Río Cuarto. Se organizaron por redes, denunciaron interés en silenciarlos. No los detuvo el clima, ni los anuncios oficiales. Quemaron gomas, unieron sus reclamos. Tras cuatro marchas lograron respuestas institucionales, pero no los conforman las expresiones de buena voluntad. Piden al Estado “soluciones concretas”.
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Aunque no se proporcionan estadísticas, fiscales y policías admiten que se han incrementado los hechos delictivos en la ciudad y que tienen características más cruentas. La problemática es compleja. Pero los diagnósticos coinciden en apuntar al submundo de la droga. En referir que todo lo que se roba es entregado de inmediato a los proveedores.
“A mí me avisaron que me habían reventado la casa. Y lo peor es que fue un nieto. Está metido en la droga, nadie puede hacer nada. A él mismo ya lo balearon una vez. Lo tuvimos que denunciar, pero sabemos que no pasará nada. Se llevó garrafa, televisor, hasta las gomas de la moto. Vivimos con miedo, es todo cada vez peor”, cuenta entre lágrimas una mujer, víctima de uno de los hechos más simples y reiterados.

El municipio fue sede este miércoles en una reunión multisectorial en la que quedó conformada una Mesa de Trabajo por la Seguridad. La convocatoria fue motorizada por el intendente Guillermo De Rivas y el Consejo Económico y Social. De Rivas agradeció la participación institucional y prometió que “el municipio hará todo lo necesario para que los vecinos y vecinas puedan vivir en paz”.
“En estos tiempos de complejidad social, con una realidad que no es distinta a la que se vive en el país, nos ocupa la situación en nuestra ciudad (…)Dado que este flagelo abarca problemáticas como la exclusión, las adicciones y la deserción escolar, entre otras, se requiere una acción multidisciplinaria e interinstitucional. Por eso los hemos convocado: para trabajar entre todos”, señaló el mandatario local.
Enseguida, uno de los grupos organizadores de las marchas emitió un comunicado en el que advirtió: “Los diagnósticos están, lo que hace falta es que el Estado actúe. Las marchas y la bronca seguirán hasta que haya soluciones”.
Posiciones políticas y voces de alarma
La nueva Mesa de Trabajo por la Seguridad se comprometió a generar propuestas y proyectos para “fortalecer una agenda de trabajo colectiva que intervenga tanto en las causas como en los efectos de la inseguridad y que tienda a mejorar la convivencia comunitaria”.
“Cuando hablamos de seguridad, al igual que de educación o salud, hablamos de derechos fundamentales. Quienes llevamos adelante la gestión pública debemos aunar esfuerzos para encontrar verdaderas respuestas”, dijo la rectora de la UNRC, Marisa Rovera.

Jorge Alluen (Pastor evangélico) consideró que “el problema comienza en la familia”. En el mismo sentido, Rita Vicenti, del Colegio Médico, dijo: “Gran parte del problema comienza con la desintegración familiar. Eso lleva a que los jóvenes se desvíen y caigan en la droga, lo que está generando graves consecuencias”, sostuvo.
Analía Avaro (de Cuarta Región Escolar) reveló: “En las escuelas primarias estamos detectando consumo problemático. Necesitamos tener a todos los estudiantes en la escuela, pero la escuela sola no puede. Debemos trabajar en conjunto para cuidar las infancias”.
El comisario Agustín Torres, representante de la Policía Departamental, destacó que la Provincia, con la presencia del ministro de Seguridad en Río Cuarto, recientemente organizó un operativo interfuerzas. “Trataremos de intensificar y hacer más frecuente este trabajo conjunto dentro del sistema integrado de seguridad”, prometió.
Fernando Lagos, de la Sociedad Rural, acotó que “aunque se suman elementos de seguridad, la problemática sigue creciendo”. “No se trata solo de más alarmas o cámaras, sino de que la sociedad asuma un rol activo y trabaje en conjunto”, dijo.
Por su parte, Rafaela Alcoba, de CTA hizo alusión al momento político nacional y señaló que “El Estado Nacional se retiró por completo, y en los barrios muchas veces es más fácil acceder a drogas o armas que a un plato de comida”.
Siguen la bronca y los reclamos en Río Cuarto
En tanto, los vecinos que organizan manifestaron su “indignación porque se gasten inmensos recursos en cuestiones que no son prioritarias” y pusieron como ejemplo justamente el gasto en alquiler de un inmueble para el funcionamiento del Consejo Económico y Social.
Tras reunirse con autoridades provinciales, municipales y provinciales, instaron a “cerrar el círculo vicioso en que los detenidos son liberados y vuelven a delinquir”. Valoraron que en los días en que hubo más presencia policial en Río Cuarto, por el operativo interfuerzas, los servicios de cadetería pudieron transitar con mayor seguridad. Destacaron que si la guardia urbana no tiene atribuciones ni funciones de reprimir el delito “no tiene sentido” la cantidad de recursos que se le asignan. “No nos sirve que los temas estén en agenda, sólo nos sirve que se haga lo que se tiene que hacer”, concluyeron los manifestantes.