La Cámara del Crimen de Río Tercero condenó esta semana a un hombre a la pena de 11 años de prisión, luego de declararlo autor de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por la guarda y la convivencia preexistente con una víctima menor de 18 años, en concurso ideal con promoción a la corrupción agravada por la guarda.
La víctima, que ahora tiene 16 años, guardó el secreto de ese sometimiento durante 10 años. Recién ahora pudo confesar a su madre que había sido abusada por su padrastro desde que ella tenía 5 años hasta los 11. Fueron años, según denunció, en que el abusador también la obligaba a ver pornografía.
La familia vivió en Río Tercero y en Los Cóndores. Los hechos ocurrieron en ambas localidades, siempre cuando la madre de la víctima se ausentaba de su casa para ir a su trabajo.
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No se brindan los datos del condenado para evitar la identificación de la víctima y del círculo familiar y proteger su intimidad.
El acusado reconoció los hechos.
Está detenido en la cárcel de Bouwer donde deberá además someterse a tratamiento psicológico por orden de la Justicia.
En el juicio abreviado, reconoció que había “cometido errores en la vida” y que estaba arrepentido por el daño que le había ocasionado a la víctima.