A las 20.45 del pasado domingo, una seguidilla de llamadas al 911 hizo saltar las alarmas. Un grupo conformado por unos 40 jóvenes intentaba cometer robos “piraña” a esa hora en la ciudad de Córdoba. Todo ocurrió en la zona conocida como El Dante, en el extremo sudeste del parque Sarmiento.
El espacio verde está ubicado en la zona céntrica ampliada de la Capital. Por su centralidad, también es monitoreado las 24 horas por la Policía. Las cámaras confirmaron de inmediato los reportes vecinales.
Robos piraña en Córdoba
Los primeros móviles llegaron al sitio casi de manera instantánea. Pero ese fue sólo el comienzo de un operativo que iba a culminar con tres personas mayores de edad y 22 adolescentes y hasta niños detenidos.
Al llegar, los uniformados fueron repelidos con piedras y agresiones de distinto tipo, según aseguraron desde la Central de Policía. Sin embargo, el operativo logró la dispersión del grupo.
“En las proximidades del bar El Bosque, ubicado en el parque, se efectuaron dos aprehensiones por robo. Un malón de gente intentó quitarnos a los detenidos. Hubo una refriega que incluyó piedras y agresiones de distinto tipo en contra del personal policial y la gente que estaba en el lugar”, confiaron altas fuentes policiales a este diario.
Con dos detenidos en un móvil, las fuerzas se extendieron hacia la zona de la Plaza España, con sentido hacia el barrio Nueva Córdoba. Durante el trayecto, la banda aparentemente liderada por dos hermanos –uno menor de edad y otro con la mayoría cumplida– habría sustraído al menos tres celulares, gorras y billeteras.
La persecución finalizó en la intersección de Chacabuco y Obispo Oro, cuando un extendido operativo logró detener y arrestar a los jóvenes.
Los hechos se produjeron a cuatro días del pase a retiro del director general de Seguridad Capital, Cristian Raúl Moreno, luego del reclamo de siete barrios de la zona sudeste por más seguridad. Aún ese puesto policial, que tiene a su cargo la planificación de la seguridad en la ciudad de Córdoba, no fue cubierto. El comisario Moreno cuenta actualmente con una licencia y la nueva designación se hará efectiva una vez que se concrete su pase a retiro.
Robos piraña: el operativo para desbaratar a la banda desde adentro
Los rostros de asombro se multiplicaron entre las líneas policiales. “Son muy chicos para robar”, se atrevían a opinar algunos una vez transcurridas las primeras horas de los hechos.
Lo cierto es que la persecución requirió de un gran despliegue por las calles. Además, contó con el apoyo del circuito de videovigilancia. No menos importante fueron los constantes llamados que ingresaron al 911 durante el trayecto que hizo la banda.
Precisamente, en calle Obispo Oro al 343 los uniformados lograron detener al contingente. “Se controló a 22 jóvenes que habían participado de diferentes hurtos. Durante un trayecto que abarcó una buena parte del barrio Nueva Córdoba, golpearon y amenazaron a varios transeúntes”, aseguraron desde la Policía.
Tras el palpado preventivo para descartar la portación de armas, a uno de los líderes del grupo se le secuestró un celular que no era de su propiedad, según se aseguró. “En ese momento, durante el control, la gente se acercó a avisar que ese sujeto era el autor material de un hecho de robo”, ampliaron.
Con esa información, se pudo devolver a sus dueños un celular. Sin embargo, al menos otros tres damnificados no pudieron recuperar sus pertenencias.
Luego de la detención, la banda fue trasladada hacia Tribunales. Según se informó, la causa recayó en la fiscalía de distrito 1, turno 3, a cargo de José Mana. En tanto, los menores fueron puestos a disposición del juzgado de turno correspondiente.
Desde la fiscalía informaron que por los hechos se tramita una causa que atañe a un mayor y a 19 menores de edad. Además, otros dos mayores están involucrados en otras causas sobre las cuales se analizan detalles, a través de cámaras de videovigilancia, para determinar si se relacionan con esos “robos piraña”.
Los menores de edad, se aclaró, están a disposición del Juzgado Penal Juvenil.
“Nos preocupa las edades de los chicos. La mayoría tiene entre 12 y 13 años y esa es la edad en la que comienzan a delinquir. Durante las detenciones no se produjeron forcejeos ni hechos de violencia”, detallaron desde la Policía.
Una madre cuenta qué pasa con los niños que roban
Lidia (no es su verdadero nombre) atiende a La Voz y se toma su tiempo para hablar en detalle. Pide que no trasciendan sus datos y tiene a su lado una foto de su hijo. Va vaciando una caja de Marlboro 10 con ligereza mientras su mano se vuelve temblorosa a medida que transcurre el testimonio sobre el último robo piraña en la ciudad de Córdoba.
Ella es madre de uno de los niños de 12 años que el domingo asaltó, en manada, la zona del parque Sarmiento y del barrio Nueva Córdoba.
“No sé qué más hacer con él. Se volvió grande de repente y no lo pude controlar más. Cayó preso a un instituto por andar con sus amigos ‘echando mocos’ y salió peor”, dice con gesto adusto.
La conversación se da en una vivienda precaria de barrio 1° de Mayo. La mujer asegura que la “banda del Parque”, que llevó a cabo esos hurtos en manada se originó en barrio José Ignacio Díaz.
“Hay un chico que maneja todo, que es más grande, tiene unos 16 años. Vive por la zona y se junta con gente de Villa El Libertador, barrio 23 de Abril y José Ignacio Díaz. Todos los domingos van a molestar al parque”, relata.
La madre cuenta con enojo que la banda tiene participación en la venta de droga por menudeo: “Mi hijo no era así. Iba a la primaria, pero yo soy empleada doméstica, en negro, y no estoy casi nunca en casa. Empezó a juntarse con otros que lo llevaron por mal camino y ahora venden porro y merca”.
Esa zona –afirma– está liderada por “los narcos”. “Bastaría con investigar a los colombianos que dan ‘préstamos’, o a los punteros políticos que cambian votos por marihuana”, advierte.
“Estoy harta”, avisa mientras seca algunas pocas lágrimas y enciende un nuevo cigarrillo.
La mujer intenta explicar que “echar moco es entrar a robar, pelearse todos los días con alguien nuevo y armar juntas para ir de baile en baile”.
“Los chicos están perdidos en la droga. Las alitas, las pastillas y el porro a toda hora es un veneno que les quema la cabeza. Ya no están más en las escuelas, están en el celular, buscando al punta para comprar alguna cosa para consumir”, dice angustiada.
Lidia asegura haber buscado ayuda para su hijo en el Instituto Provincial de Alcoholismo y Drogadicción (Ipad) y en los ámbitos escolares. Pero fueron infructuosas.
“No creo que sea un caso perdido. No podemos dar por perdido a ninguno de los chicos. Pero de las cárceles salen peor”, advirtió.
