La mayoría de presos de alto riesgo del “grupo top” vinculados con el narcotráfico de Rosario están alojados en dos complejos de máxima seguridad del Servicio Penitenciario Federal: el CPI de Ezeiza y el CP2 de Marcos Paz. En total, el grupo de “Los Rosarinos” son 25 miembros.
Según un artículo publicado por Clarín, los fiscales y jueces denuncian que los presos “hacen lo que quieren” dentro de las cárceles. Algunos pagan hasta US$ 3 mil por un fernet y acopian los pedidos del súper en sus celdas. También, desde adentro ordenan homicidios, que este año ya supera los 150.
Por esta razón, las autoridades piden que se instalen en las cárceles inhibidores de señal de celular, así como recientemente colocaron en la Unidad Penitenciaria Nº 11, en la localidad de Piñero. Además, quieren que haya un estricto control de las comunicaciones y que se restrinjan las visitas.
El otro asunto que tiene muy preocupada a la Justicia es el riesgo de huída. Uno de los principales narcos es Esteban Lindor Alvarado (44), quien intentó escaparse de Ezeiza con un helicóptero el 10 de marzo.
Según detalló Clarín, “para lograrlo habían planeado todo con la ayuda de un reloj inteligente que enlazaba con un celular escondido en la celda de un compañero” y había ordenado que importen una aeronave desde España.
El pasado lunes 17 de julio, el Tribunal Oral federal 2 de Rosario ordenó un “traslado urgente” de Ezeiza a otra unidad para que se cumplan con las medidas de seguridad extra ordenadas por la Justicia.
Si bien consideran que hoy no existe una unidad penal que garantice los niveles de seguridad que demandan jueces, fiscales y la Procuración de Narcocriminalidad (Procunar), para presos como los narcos de Rosario, el Servicio Penitenciario Federal creó un plan de contingencia.
Actualmente Alvarado sigue en el penal de Ezeiza, pero mucho más aislado. Está en el Módulo 6, que tiene cuatro pabellones ahora ocupados sólamente por “Los Rosarinos”. Lo pusieron en el “C”, donde no tiene contacto con quienes están allí.
Se cree que sólo sale una hora al patio y que sólo puede llamar por teléfono de línea a tres familiares y uno de sus abogados. Si intenta marcar otro, un software bloquea la comunicación.
