El fallo del Juzgado Federal de Córdoba 3 sobre la causa de los “Sanadores egipcios” de Villa Cura Brochero finalmente determinó que la investigación sobre los presuntos delitos que ocurrieron en la secta liderada por el uruguayo Álvaro Juan Aparicio Díaz junto a su esposa Carolina Laura Cannes, corresponden a la figura jurídica de trata de personas.
El juez Vaca Narvaja resolvió en las últimas horas dictar el procesamiento con prisión preventiva de ambos imputados. De esta manera, el magistrado considera que existen serias sospechas acreditadas para iniciarles un juicio en su contra.
Aparicio Díaz fue procesado como presunto coautor del delito de trata de personas con fines de explotación laboral y reducción a la servidumbre, agravado por el uso del engaño, el abuso de un estado de vulnerabilidad, por la cantidad de víctimas, por ser autor o ministro de culto y por la consumación de la explotación.
Vaca Narvaja también resolvió sostener la acusación del fiscal Carlos María Casas Nóblega sobre el líder de la secta por la presunción de la autoría del delito de abuso sexual simple y abuso sexual con acceso carnaval agravado. Además habría incurrido en el delito de acopio de municiones sin la debida autorización.
En el caso de su mujer, Carolina Laura Cannes, le corresponden los procesamientos por los mismos delitos vinculados con la trata de personas de su cónyuge.
De esta manera Vaca Narvaja respaldó la investigación preliminar que realizó la fiscalía sobre como actuaba una secta que ejercía la trata de personas, con explotación laboral, ejercicio ilegal de la psicología y abusos sexuales, entre otros delitos.
Según informó La Voz anteriormente, el fiscal había descrito el “hecho 1°″ de la causa, como trata de personas y reducción a la servidumbre en perjuicio de quienes antes habían estado imputados en la provincia y finalmente fueron consideradas víctimas: Carolina Altamirano, Maximiliano Iciksonas, Liliana Dariomerlo, Flavia Stefanich, Gabriela García, Liliana Marcial, Noelia López y Verónica Floridia.
En el “hecho 2°″, Casas Nóblega había apuntado a la pareja como jefes de asociación ilícita y presunto ejercicio ilegal de la psicología en contra del uruguayo que decía ser psicólogo, los hechos “3° y 4°″ lo habían señalado a Aparicio Díaz como autor de abuso sexual simple, con dos víctimas mujeres y el “hecho 5°” hablaba de abuso sexual con acceso carnal en perjuicio de otra mujer. Solo el “hecho 2º” fue desestimado por falta de mérito.
Además Vaca Narvaja dictó el sobreseimiento del hijo de la pareja, Máximo Ángel Aparicio Cannes, quien había sido señalado como “partícipe necesario” de la asociación ilícita.
Cómo operaba
Aparicio Díaz se presentaba como el “licenciado Ahú Sari Merek”. Durante varios años daba cursos, hacía terapia y organizaba viajes a Egipto.
Mediante terapias de sanación atraían a numerosas personas y las terminaban engañando. Las maniobras delictivas fueron descubiertas en Traslasierra en 2021. Unos meses antes, previo a la cuarentena por la pandemia del Covid-19, había invitado a un grupo a ir a Pozos Azules, un campo situado en Villa Cura Brochero donde afirmaba que se podrían “proteger” del “fin de la sociedad” tal como se la conocía.
