Un grave caso de acoso escolar sacudió días atrás a una escuela secundaria en la Capital santiagueña. La madre de una estudiante radicó una denuncia penal luego de que se conociera que un alumno habría ofrecido 20 mil pesos a quien se animara a manosear a una compañera de 14 años.
Según relataron distintos medios locales, la víctima, que cursa el segundo año del secundario, le contó lo ocurrido a su preceptora. La preceptora le habría asegurado que se tomarían medidas disciplinarias y que el agresor sería suspendido.
Sin embargo, la adolescente se encontró con el mismo alumno en el colegio al día siguiente. Esta situación la llevó a contarle todo a su madre.
Ante los hechos, la madre de la víctima se presentó en la Comisaría Comunitaria Nº 5 para radicar una denuncia penal en nombre de su hija. A raíz de la denuncia, la Fiscalía de turno de Capital tomó intervención y ordenó las primeras medidas en la causa. Además, la Comisaría Comunitaria Nº 17 de la Mujer y la Familia inició las investigaciones correspondientes para esclarecer el caso. La intervención de esta comisaría ya había sido mencionada previamente en relación con la denuncia radicada.
El hecho fue calificado como un grave episodio de acoso escolar. Se espera que las autoridades judiciales y educativas tomen nuevas medidas para garantizar la seguridad de los estudiantes.
Este caso resalta la importancia de estar alerta a las señales del acoso escolar. Especialistas señalan que los cambios de comportamiento y del estado de ánimo pueden manifestarse de diversas maneras, como que el niño se muestre más retraído, melancólico, triste, agresivo o irascible. Otras señales incluyen síntomas psicosomáticos como dolor de estómago y cabeza, o la resistencia a ir a clases y el aislamiento social.
Un informe de especialistas de las fundaciones Mutua Madrileña y ANAR destacó que un 45,4% de las víctimas de acoso escolar perciben que su profesor no hace nada y un 61,7% que su centro escolar no adopta ninguna medida. Si bien esta información general no se refiere específicamente a la respuesta en este caso de Santiago del Estero, ilustra percepciones comunes entre víctimas de acoso escolar.
