Santiago Fernández, el joven de 20 años que había sido brutalmente golpeado por una patota madrugadas atrás, abrió los ojos y experimentó una repentina mejoría. Tras ser víctima de la violencia urbana, pasaba sus horas en una cama del Hospital de Urgencias con un diagnóstico reservado, tras haber sido atacado durante la madrugada del lunes 20 de mayo a la salida de un reconocido pub de barrio Alto Palermo, zona norte de la ciudad de Córdoba.
La noticia fue recibida por sus padres, Paola y Victor, que se encontraban rezando por su mejoría. La sala de espera ofreció un fuerte aplauso, como gesto social para uno de los casos que conmocionó a la población.
Si bien el joven fue desentubado y recuperó la conciencia, los médicos aconsejaron un acompañamiento pausado.
“Hay que contarle de a poco lo que le ocurrió. Lo importante es que lo tenemos de vuelta entre nosotros y, si Dios lo permite, podrá salir de alta y volver a casa”, dijeron los padres del joven empleado de Comercio.
El lunes había salido a distenderse junto a su novia. Habían elegido un pub para jugar al pool. Pero a la salida, cuando volvieron al sitio a buscar una campera que habían olvidado, Santiago fue violentado.
“Una patota que ya había agredido a otra gente dentro del lugar de repente comenzó a golpearlo. Nadie en el lugar hizo nada para que cesara la agresión”, reclamaron sus allegados.
Según testigos ocasionales del hecho, Santiago fue encerrado entre varias personas y comenzó a recibir golpes de puño hasta caer al suelo.
Tirado en el piso, siguió recibiendo patadas y agresiones. La patota le quitó la campera que había ingresado a buscar, su billetera, una cadena de oro y otras pertenencias. No pudieron sacarle las zapatillas.
La causa está en manos del fiscal Juan Pablo Klinger, que se movió con rapidez y logró identificar a tres presuntos agresores. Se trata de jóvenes habitantes de barrios próximos al lugar del hecho: Villa Cornú Anexo, Villa Serrana y barrio Las Polinesias.
Los tres fueron imputados, al menos por ahora, con la figura de “lesiones graves”.
Dos se encuentran detenidos y uno de ellos continúa prófugo. Es intensamente buscado desde el pasado viernes.
Por su parte, la familia de Santiago solicitó, a través de su abogado Carlos Nayi, ser querellante en la causa. El fiscal aceptó la petición de la familia.
Nayi adelantó que pedirá la imputación contra los responsables bajo la figura de “homicidio calificado por alevosía, en grado de tentativa y por el concurso premeditado de dos o más personas”. Además denunciará “amenazas y robo, con lesiones que han producido un debilitamiento en la salud y han puesto en peligro la vida de la víctima”.
Para el homicidio calificado por alevosía en grado de tentativa las penas establecidas son de 15 a 20 años de prisión. Por robo que pone en peligro la vida, la pena es de 5 a 15 años. Por amenazas, de 6 meses a 2 años de cárcel.
No obstante, en el lecho familiar reconocen que por ahora lo más importante es la noticia de la recuperación clínica de Santiago. “Nos habían dado un pronóstico muy pesimista. Todos hablan de un milagro”, contaron sus papás.
Violencia urbana
En los últimos 10 días, una seguidilla de casos de violencia urbana encendieron todas las alarmas entre las autoridades de Seguridad.
El pasado viernes 17 de mayo, a las 8, un grupo de desconocidos mató a Alexis Jesús González (29) durante una pelea callejera, que se originó en una fiesta privada, en un domicilio del barrio San Martín Anexo, al norte de la Capital.
Alexis se defendió de las agresiones y al salir lo persiguió una moto. Alguien bajó y lo hirió de muerte con un cuchillo. Fue socorrido por el servicio de emergencias médicas 107, que sólo pudo constatar la muerte del joven. Por este hecho, la Policía detuvo a un hombre de 22 años como el supuesto autor del delito.
El último hecho se registró el pasado lunes en las adyacencias de la cancha del club Parque Guerrero, en la localidad de Río Ceballos, zona de Sierras Chicas.
Franco Massa (26) quedó internado en grave estado tras haber sido atacado presuntamente por miembros de la barra brava del Parque Guerrero. Había ido a la cancha a alentar a su equipo, Quilmes de Villa Allende, que jugaba en condición de visitante.
Lo persiguieron y lo patearon. Lo dejaron tirado y en grave estado. En la actualidad pelea por su vida.
