Pasaron cuatro años del brutal crimen de Emanuel “Keko” Balbo (22) en el estadio Kempes, ocurrido el 17 de abril de 2017.
Era la siesta. Se disputaba un partido entre Belgrano y Talleres. En el entretiempo, Emanuel se cruzó en la tribuna norte con Oscar “Sapito” Gómez, con quien tenía una vieja enemistad de cuando ambos eran vecinos en el barrio Ampliación Ferreyra, ubicado en el sudeste de la Capital.
Es que, seis años antes, Gómez era uno de los dos automovilistas que en una “picada” callejera ilegal terminaron por embestir y matar a Agustín Balbo (14), el hermano de Emanuel y a Enrique Díaz (15).
Cuando Emanuel se cruzó con Gómez en la tribuna, el juicio por aquella “picada” aún no se había producido.
El encuentro en la popular celeste no fue en buenos términos. Mientras Emanuel le reprochaba por esa muerte, Gómez lo amenazaba, ya que luego de la “picada” debió abandonar el barrio por temor a recibir represalias por parte de los allegados a las víctimas.
Lo cierto es que, en medio de la tribuna, Gómez gritó que Emanuel era un “infiltrado” hincha de Talleres, algo que no era cierto, ya que el chico era hincha de Belgrano. Poco importó. En sólo 14 segundos, Emanuel recibió todas clases de golpes por parte de desconocidos, quienes tampoco tenían relación entre sí ni con Gómez.
Cuando al intentar escapar de la locura llegó hasta el hueco de una escalinata, lo arrojaron al vacío. Murió dos días después.
A cuatro años de esa muerte tan absurda como cruel, Alejandra Mercado, la mamá de Emanuel, dijo a La Voz que el dolor sigue intacto como el primer día.
“Lo que le hicieron a mí hijo y a mí familia es irreparable”, expuso la mujer, y añadió: “Durante muchos meses estuvo mal, triste. Ahora estoy un poco más armada. Quiero que las personas que cometieron el crimen les pese en la conciencia lo que hicieron”.
Juicio y condenas
En 2019 hubo condenas por el crimen de “Keko”. El fallo se conoció en la Cámara 12ª del Crimen de la ciudad de Córdoba.
Oscar “Sapito” Gómez recibió 15 años de cárcel como “instigador” del homicidio. Martín Darío Vergara recibió 11 años como coautor de homicidio agravado por la ley de espectáculos deportivos.
Matías Ezequiel Oliva fue condenado a 10 años de cárcel, mientras que Pablo Javier Robledo recibió la pena de siete años, lo mismo que Yamil Nahuel Salas.
Hugo Acevedo, quien le robó las zapatillas a Balbo cuando agonizaba, fue condenado a dos años de prisión condicional.
Todas las penas fueron más bajas que las que habían solicitado el fiscal Mariano Antuña y el querellante Rubén Stiberman.
