En los tiempos que corren ya puede imponerse el dicho “La imaginación de los estafadores no tiene límites”. De aquellos viejos “cuentos del tío” en la vía pública hasta las modernas defraudaciones con medios electrónicos o hackeo de cuentas o líneas de celulares, cada tanto surgen nuevas modalidades tradicionales en las que sale a relucir el ingenio del ocio pernicioso.
Este viernes, integrantes de la unidad judicial de Delitos Económicos de Córdoba, a cargo de los ayudantes fiscales Pablo Bazán y Carolina Carranza –y sus pares policiales– desarticularon una banda que venía haciendo estragos en un segmento de la población vulnerable a los engaños: las personas mayores.
En esta ocasión, el ardid estafatorio o el núcleo del engaño no pasaba por hacerlos inducir en un error por no ser nativos digitales, por desconocer datos actuales de la realidad o por no ser hábiles en determinados trámites. La banda, que hasta ahora tiene al menos tres integrantes, eligió “disfrazarse” de cuidadores domiciliarios, un noble oficio que requiere de propiedades altruistas. Pero cuando el lobo se disfraza de cordero, suele producir graves daños.
Infiltrados en hogares al cuidado de una persona adulta mayor, los hoy detenidos se las ingeniaban para tomarles fotografías a sus rostros y robarles los datos del DNI. Lejos de la mirada de familiares a cargo, las víctimas suministraban sin saber datos personales estratégicos para realizar a su nombre operaciones, especialmente bancarias.
De acuerdo a la investigación que está a cargo de la fiscal de instrucción del Distrito 2 Turno 6 de Córdoba, Eugenia Pérez Moreno, en la primera etapa de las maniobras una de las integrantes de la banda era contratada para el cuidado de personas mayores con ciertas enfermedades neurológicas, como Alzheimer, Parkinson y otras que comprometen la lucidez o la memoria.
La inescrupulosa cuidadora domiciliaria, según la investigación, “se habría aprovechado maliciosamente de la especial situación de vulnerabilidad en la que se encontraban sus víctimas para tomarles fotografías y a su documentación personal (DNI y tarjetas de crédito)”, según refieren las actuaciones instructorias.
Con este material, los ahora detenidos lograban hacer gestiones en lugar de estas personas mayores, a nombre de quienes abrían cuentas bancarias, obtenían tarjetas de crédito, solicitaban préstamos o pedían líneas telefónicas, entre otras “gestiones”.

Del mismo modo, con identidad falsa y plásticos cuyos resúmenes no pagaban ellos, “realizaban múltiples compras en negocios de diferentes rubros” como “zapaterías, bicicleterías y supermercados”.
Atrapados
Al detectar esto, el personal de Delitos Económicos hizo dos allanamientos en las últimas horas: uno en una vivienda ubicada en Malvinas Argentinas (localidad ubicada en la salida este de la capital provincial) y otro en un departamento de barrio San Vicente, de la ciudad de Córdoba.
En estos procedimientos, se hizo efectiva la detención de tres personas: María Florencia Montenovi (35), su pareja Gastón Darío Suárez (39) y Yoselén Contreras (27), a quienes la fiscal Pérez Moreno les imputa el presunto delito de estafas reiteradas.
En este contexto, y en un refinamiento de estas maniobras estafatorias, en el último tramo los imputados se habrían valido de perfiles falsos en la red social Facebook. A través de esta vía, y mediante una tentadora propuesta laboral realizada en grupos de “cuidadoras de personas mayores”, lograron pesquisar a nuevas victimas. En estas publicaciones, se ofrecía a mujeres, mayores de 40 años, la posibilidad de trabajar como cuidadora de una persona mayor.
Así, tras entablar comunicación con las interesadas, hábilmente los estafadores les pedían fotografías personales y de su DNI, alegando que era una supuesta exigencia del “contador” para formalizar el vínculo laboral, y también como recaudo por malas experiencias vividas en el pasado con otras cuidadoras.
“Concretado el envío del material pretendido -dice el sumario-, se cortaba todo tipo de comunicación”. A partir de ese momento, se replicaba el modus operandi ya descripto.
Hasta el momento, y sólo en relación con los casos verificados, alrededor de 10 personas resultaron victimas del accionar estafatorio.
El monto total del perjuicio económico superaría los 20 millones de pesos.
No obstante, los investigadores no descartan que la cifra de victimas y el perjuicio puedan incrementarse sensiblemente por la individualización de otros damnificados que, incluso, pueden desconocer a esta altura la existencia de las maniobras.
Por este motivo, la fiscal Pérez Moreno invitó a toda aquella persona que sospeche que pueda haber sido victima de esta maniobra delictiva a que concurra a la Unidad Judicial Delitos Económicos, en la Jefatura de Policía, en la intersección de las avenidas Colón y Santa Fe, de la ciudad de Córdoba.

El parte policial sostiene que junto a la detención de estas personas, en los allanamientos realizados “se secuestró un importante material probatorio para la causa”.
En los próximos días, la fiscal Pérez Moreno indagará a los tres imputados.