El juicio por la muerte de bebés en el hospital Materno Neonatal ya había comenzado y en el banquillo de los acusados estaba sentado Diego Cardozo, quien fue exministro de Salud de la Provincia cuando estalló el escándalo por la muerte de cinco neonatos y por la afortunada sobrevida de otros ocho en ese establecimiento, cuando en el Organismo de Control Disciplinario de las Fuerzas de Seguridad Pública y Ciudadana de la Provincia se percataron de que el exministro forma parte de la Policía.
Cardozo renunció a mediados de 2022, luego terminó imputado como presunto encubridor y por incumplimiento de los deberes de funcionario público, porque supuestamente se enteró de las muertes y no tomó las medidas necesarias para detener el flagelo e investigar lo que ocurrió.
El juicio en la Cámara 7ª del Crimen de Córdoba comenzó el lunes 6 de enero y, recién al día siguiente intervino el Organismo de control policial.
No pocos lo sabían, porque en la década pasada formó parte activa de las fuerzas policiales como médico asimilado en el Policlínico Policial. Con el grado de oficial subinspector, se ocupó especialmente de las cirugías de los uniformados, muchos de ellos por heridas de arma de fuego.
Cardozo dejó ese cargo para ingresar como funcionario al Ministerio de Salud a fines de 2015, cuando fue designado secretario de esa cartera. Luego, en la última asunción del gobernador Juan Schiaretti, en diciembre de 2019, comenzó como ministro, justo antes de convertirse en el gestor de la pandemia en la provincia.
Pero luego comenzó a transitar los pasillos de Tribunales 2, primero como imputado y luego con un pedido de juicio, confirmado en instancias superiores. Hacía rato que el Organismo de Control Disciplinario de las Fuerzas de Seguridad debía de estar notificado para analizar las medidas del caso.
Nota tardía
El 8 de enero pasado, dos días después de iniciarse el juicio en el subsuelo del “Moplo” del fuero Penal, los funcionarios de ese tribunal disciplinario recibieron una nota de la Jefatura de Policía en la que daban la “novedad” de que el exfuncionario provincial juzgado también era integrante de la fuerza de seguridad.
“Nos sorprendió, no conocíamos ese dato”, se sinceró la abogada Ivana Rossi, nueva titular del organismo ante la consulta de La Voz. Quien está al frente de esa dependencia comunicó que ordenaron la inmediata suspensión del estado policial y la suspensión de haberes.
La medida cautelar, si bien tardía, no viene a salvar ninguna situación grave porque Cardozo hacía rato que no estaba en función policial ni percibía salario alguno, pero no deja de ser irregular porque el organismo que debe controlarlo ignoraba su condición.
La nota que recibieron Rossi y el organismo disciplinario está firmada por uno de los flamantes subjefes de Policía, el comisario general abogado licenciado Federico Ysaac Cisnero. El alto jefe, antes de asumir en la cúpula de la fuerza de seguridad, en su carácter de abogado, fue asesor letrado de la Policía.
La medida no es sino una cautelar “simbólica” porque Cardozo no percibe haberes ni tiene funciones, comentó una fuente de la dependencia, aunque se sabe que en ese tribunal no están contentos por haber ignorado la condición de uno de los acusados del juicio del Neonatal.
El organismo se rige por la ley 10.731, que prevé que los policías con una presunción firme de haber cometido algún delito fueran separados. El “catálogo” de medidas por tomar prevé el pase a situación pasiva, la suspensión con el goce de haberes y la suspensión sin goce de haberes, que es la más gravosa. De acuerdo al caso, también puede disponerse el retiro del arma reglamentaria, si la tiene y si corresponde, y hasta de la credencial. Llegado el caso, el artículo 67 dispone la destitución.
Que el organismo haya sido notificado –tardíamente– ahora sirve para estar al tanto de qué debe realizarse con él a partir del resultado del proceso. Si hay una condena, una de las posibilidades es una inhabilitación o la pérdida del estado policial.
Lo mismo sucedería con su condición profesional. Más allá del castigo penal –condena a prisión en suspenso o efectiva–, no deja de ser preocupante para el reo que se le aplique una sanción sobre la matrícula, como una inhabilitación o suspensión a la condición de médico.
Caído en desgracia
La carrera de Cardozo se parece a una parábola abrupta, en su subida y en su bajada. Salió de lo más bajo, llegó a lo más alto y cayó a lo mínimo que pueda estar haciendo en su condición de simple médico cirujano.
Hoy con 48 años, llegó a Córdoba a fines de 1994 para estudiar Medicina en la Universidad Nacional de Córdoba. Venía de Santiago del Estero, donde se había destacado como un tenista de la alta competencia. Sin dejar el deporte, superó el examen de ingreso y comenzó a cursar en marzo de 1995, para recibirse seis años después, en 2001.
Ese año rindió para hacer la residencia y se formó en cirugía general en el hospital San Roque. Estuvo en esa posición durante cuatro años, fue un año jefe de residentes y más tarde instructor en esta formación. Más tarde, hizo la especialidad en Cirugía Colorrectal en Estrasburgo (Francia) y ya en 2008 regresó a hacer la residencia de tres años en esa materia en Córdoba.
En el San Roque, también hizo carrera, siendo subdirector en 2011 (con Daniel Mercado como director) hasta que renunció en 2014, cuando empezó a “pintar” para la función pública. En 2015, fue designado secretario de Salud provincial, a pedido del ministro Francisco Fortuna.
En ese momento, dejó la función policial, porque en 2010 había ganado un concurso para entrar como cirujano del Policlínico Policial. Entró en el escalafón profesional y ostentó el cargo de oficial subinspector. Desde que fue designado secretario de Salud, no tuvo más función ni salario policial.
Fue secretario de Salud durante cuatro años, hasta que Schiaretti lo designó ministro a fines de 2019.
Gestionó la pandemia con una presencia absoluta en todos los espacios públicos y en los medios de comunicación. Cardozo fue una de las personas con mayor poder y ascendencia sobre los cordobeses, administrando políticas y disponiendo iniciativas que tutelaron no pocos movimientos de los cordobeses para hacer frente al Covid 19.
Tras producirse las muertes del Neonatal, a mediados de 2022, Cardozo debió renunciar y luego fue imputado por el fiscal Raúl Garzón.
Atravesando un prolongado proceso oncológico, otrora con rango de “primer” ministro, hoy Cardozo ha vuelto al llano, a su primer amor, el hospital San Roque. Le queda su cargo de cirujano, con lo cual se ha convertido en el primer ministro de Salud provincial que vuelve a su cargo operativo.