Este jueves, la Policía Federal secuestró más de 60 kilos de cocaína en el marco de un operativo antidrogas desplegado en Ituzaingó, al oeste del conurbano de Buenos Aires. La droga fue hallada en una casa ubicada en la calle Peredo al 500, en una intervención que, según los investigadores, podría llevar a descubrir una red internacional de tráfico.
Fuentes judiciales precisaron que la sustancia estaba fraccionada en panes y llevaba impreso el sello “KTM”. Esta marca funciona como una identificación dentro del mercado narco, y los investigadores explicaron que esta referencia distintiva permite rastrear la procedencia de la cocaína.
La intervención judicial formó parte de siete allanamientos simultáneos. En el lugar del hallazgo fue detenido un hombre de nacionalidad peruana, quien quedó a disposición de la Justicia.
Efectivos de la División de Drogas Peligrosas continúan contabilizando la sustancia incautada, y advirtieron que la cifra inicial de 60 kilos podría ser superada. En el operativo también participó el Grupo Especial de Operaciones Federales (GEOF).
Narcotráfico de gran escala y ruta estratégica
Los investigadores remarcaron que este procedimiento se enmarca en causas de narcotráfico de gran escala y enfatizaron que no se trata de narcomenudeo. Se considera que los cargamentos estaban destinados a abastecer redes de distribución más amplias, que podrían dirigirse al mercado local o bien salir del país hacia destinos internacionales.
La ubicación de la vivienda allanada refuerza esta hipótesis, ya que se encuentra a pocos metros de la colectora del Acceso Oeste, un camino que conecta con rutas nacionales y, eventualmente, con los puertos de Zárate o Bahía Blanca.
El procedimiento fue dispuesto por el Juzgado Federal de Villa Mercedes, a cargo del juez Juan Carlos Nacul, y contó con la participación de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), conducida por Diego Iglesias.
La búsqueda del destino final
La justicia federal ahora busca determinar a qué organización pertenece el cargamento y cuál era su destino final. Estimaciones preliminares sugieren que una parte de la droga podría estar destinada al consumo interno, mientras que otra porción estaría dirigida a mercados internacionales, donde el valor de la cocaína se multiplica.
Los siete allanamientos forman parte de una investigación que llevaba varios días en curso y que podría derivar en nuevas detenciones. La Policía Federal continúa trabajando en Ituzaingó tras el operativo.