La cabo de la Policía Federal Micaela Garrido fue detenida y alojada en un penal de Merlo, acusada de cometer un robo bajo la modalidad de “viuda negra”, un modus operandi que ha ido en aumento en la Ciudad de Buenos Aires y sus alrededores.
La investigación, a cargo del fiscal de Benavídez Cosme Iribarren, logró avanzar gracias a un detalle aportado por la víctima, quien desconocía la identidad de la mujer que se le había presentado como “Flor”.
En sus redes sociales, particularmente en TikTok, Micaela Garrido mostraba una faceta que contrastaba con su trabajo en la comisaría Terminal de Ómnibus del barrio porteño de Retiro. En sus publicaciones, se la veía armando tragos, en ropa interior y en locales nocturnos. Su perfil de TikTok ofrecía “regalitos” a cambio de una contribución, según sugería su alias.
Cómo se dio la primera denuncia
El caso se inició el 14 de diciembre cuando la víctima salió con un amigo a una discoteca cerca de Plaza Serrano y entabló conversación con un grupo de mujeres.
Entre ellas se encontraba Micaela Garrido, quien dijo llamarse “Flor” y tener unos 30 años, una mujer de cabello morocho. Junto a ella había otra mujer rubia con un tatuaje de San La Muerte y una tercera, más joven y de cabello colorado.
Alrededor de las 8 de la mañana, los cuatro salieron del boliche y las mujeres le propusieron ir a su casa, a lo que el hombre accedió.
En el domicilio de la víctima, ubicado en Villa La Ñata, la víctima fue a su habitación con la mujer de cabello morocho, mientras las otras dos permanecieron en el living.
Al salir brevemente, notó que las dos mujeres estaban manipulando sus instrumentos musicales: guitarras eléctricas y criollas, amplificadores, micrófonos, pedales y cables.
Les advirtió que no eran para jugar y regresó a la habitación. La mujer de cabello colorado le ofreció un vaso de vodka, del cual tomó un sorbo antes de volver a acostarse con la mujer morena. Alcanzó a ver a la mujer rubia recostarse junto a ellos antes de quedarse profundamente dormido.
La víctima despertó cerca de las tres de la tarde sintiéndose mareado. Las mujeres ya no estaban, y tampoco encontraba su celular, su billetera, sus guitarras ni su auto.
Las guitarras, el dato clave para la caída de Micaela
Sin embargo, la investigación tomó un rumbo inesperado cuando, el 2 de enero, un amigo de la víctima recibió un mensaje ofreciéndole dos guitarras eléctricas idénticas a las robadas.
El número de contacto estaba asociado a un perfil de Facebook llamado “Belleza de Manos y pies Micaela”. La víctima recordó que la mujer rubia había mencionado ser manicura.
Los detectives de la SubDDI de Tigre determinaron que esa cuenta y el número de celular pertenecían a Naiara, hermana de Micaela. Los informes de la empresa de telefonía celular revelaron que el dispositivo de Naiara había estado en Villa La Ñata el día del robo y luego se ubicó en Villa Lugano, donde residen las hermanas.
Otro elemento clave fue que el vehículo de la víctima fue encontrado abandonado el 18 de diciembre, a solo 13 minutos del domicilio de las imputadas.
Además, se descubrió que el día del robo, Naiara llamó con su celular a una línea que pertenecía a Micaela, con señal en la zona de Tigre en el horario del encuentro. Se determinó que Micaela fue la mujer que la víctima conoció en el boliche.
Con estas pruebas, el fiscal Iribarren solicitó el procesamiento de Garrido por el delito de robo agravado por haberse cometido en poblado y en banda y por su calidad de integrante de la fuerza policial