Mientras sigue sin aplicarse la tecnología para inhibir el uso de teléfonos celulares en las cárceles de la provincia, el Servicio Penitenciario de Córdoba (SPC) volvió a recibir una recomendación más de la Justicia para evitar el uso de esos aparatos intramuros, al mismo tiempo que se dictó una nueva condena por estafas cometidas desde los penales.
La Cámara 10ª del Crimen de Córdoba dictó condena este jueves contra el narcotraficante René Alejandro “Chancho” Sosa (41), responsabilizado de haber sido liderado un “call center” tumbero en la Cárcel de Bouwer. Sosa recibió seis años de cárcel. El resto de los cinco acusados también fue sentenciado a prisión. El delito por el que se los halló culpable fue asociación ilícita.
La organización tenía todas las etapas cubiertas, desde la selección de los teléfonos celulares, su preparación, la introducción por medio de un guardiacárcel, el almacenamiento dentro del pabellón, la distribución a cargo de Sosa y otro recluso y la perpetración de estafas a ciudadanos desde la cárcel.
El guardia penitenciario Mauro Rodrigo Casado (44) fue sorprendido por sus pares cuando intentaba introducir dos aparatos entre sus medias y los borceguíes.
El destino de esos celulares era Sosa y Héctor David “Davila” Palacios (38), condenado en Bouwer por un grave hecho: había ido a amenazar a un hombre -por orden de Sosa-, se le escapó un tiro y lo mató.
A su vez, Claudio Rubén “Vaca” Álvarez (46) fue condenado por ser quien aprestaba los celulares que en el interior del penal se vendía a precios exorbitantes: hasta medio millón de pesos en 2021.
Dos familiares de Sosa también completaron el cuadro de seis condenados: su expareja y madre de dos de sus hijos, Alejandra del Valle Vázquez (50, y el medio hermano de “el Chancho”, Pedro Emanuel Juncos (36). Estas personas realizaban cobros y trámites ya afuera del penal.
El tribunal de la Cámara 10ª, integrado con sus integrantes habituales -Mario Centeno (presidente), Juan José Rojas Moresi y Carlos Palacio Laje- dictó sentencia unánime en un juicio de carácter abreviado.
Los jueces avalaron las penas que había solicitado el fiscal Gustavo Dalma en la audiencia previa: seis años de prisión para “Chancho” Sosa, cuatro para Casado, tres y medio para “Davila” Palacios y tres de prisión efectiva para Álvarez, para Juncos y para Vázquez.
Satisfacción
El acusador mostró sus satisfacción tras la audiencia de cierre del juicio que terminó con una nueva condena para Sosa.
Dalma manifestó que el tribunal había dictado las mismas penas que solicitó e indicó que “si bien fue un juicio abreviado” destacó que “nunca se hubiera llegado a esto sin las pruebas contundentes” que logró el fiscal instructor Enrique Gavier.
En declaraciones a Universidad 580, una y otra vez Dalma destacó ese esfuerzo del fiscal de Delitos Complejos y consideró como “importantísimo este juicio, no solamente por el final que tuvo, sino porque en el Servicio Penitenciario se ingresaban celulares y teníamos el temor de hubiera participación de algún miembro” de esa fuerza de seguridad.
El acusador en cámara destacó la condena de cuatro años de prisión en contra del guardiacárcel Casado y reiteró que este juicio pudo llevarse a cabo gracias a la excelente investigación (de Gavier) que dilucidó cada una de las etapas de la introducción de celulares hasta la llegada a las celdas para la comisión de las estafas.
Dalma también mostró su satisfacción por la recomendación que volvió a hacer el tribunal a la cúpula del SPC para que evite la introducción y el uso de celulares. En ese sentido, se pidió la utilización de inhibidores de señales que impiden el uso de esos aparatos dentro de las cárceles. Los teléfonos son usados para cometer estafas y otra clase de delitos como las actividades vinculadas al narcotráfico, como se evidenció en esta causa.
