“Si nos matamos, nos matamos”. Nunca imaginó Ignacio Aróstegui que se volvería viral en todo el país por esa polémica frase, pronunciada en repetidas ocasiones mientras conducía el Volkswagen Fox de su madre a toda velocidad y en zigzag por las calles de Mar del Plata, en noviembre del año pasado.
El “Diente” terminó chocando contra un cantero, y aunque no se mató, tuvo que pagar casi 400 mil pesos: 200 mil por la multa, el acarreo y la estadía del vehículo; y otros 198 mil por el daño causado a la municipalidad de Mar del Plata. Con el pago de dichos importes, quedó suspendido el juicio a prueba, según informó TN.
Al mismo tiempo, Aróstegui debe realizar un curso de alcoholemia, psicotécnico y psicológico en Berazategui. Y por dos años debe fijar domicilio y someterse al cuidado del Patronato de Liberados. Durante ese período, el joven no podrá conducir vehículos y su licencia quedará retenida por el gobierno de la provincia de Buenos Aires.
El joven acordó con el Juez de Garantías Saúl Errandonea que seguirá bajo tratamiento psicológico hasta que lo decida el profesional que interviene en la causa. El test de alcoholemia reveló que, cuando chocó, estaba en estado de ebriedad.
La investigación estuvo a cargo del fiscal Rodolfo Moure, que calificó el delito como “prueba ilegal de velocidad con un vehículo automotor”.
