“Todo indica que se pusieron a trabajar en esa oficina pequeña sin las más mínimas medidas de seguridad básicas. Se pusieron a trabajar con fana, prácticamente, en un lugar sin aireación y sin protección”.
Así se refirió una alta fuente de la investigación en torno a la terrible tragedia ocurrida en una vivienda de Villa Carlos Paz, en el valle de Punilla: un joven instalador de alfombras murió intoxicado por los gases del pegamento que estaba utilizando para el trabajo, mientras que su compañero quedó internado en un hospital. Su pronóstico es reservado.
El contratista y jefe de ambos fue imputado por el delito de homicidio culposo y lesiones culposas, por orden de la fiscal de Instrucción N° 3 de Villa Carlos Paz, Jorgelina Gómez, a cargo de la pesquisa. El hombre no fue detenido y, todo indica, permanecerá en esa situación.
El terrible episodio, que continúa bajo investigación, lejos está de haber sido un mero hecho aislado.
En la provincia de Córdoba ya hay una “serialidad” de accidentes fatales que preocupa: ya suman al menos siete los trabajadores que han muerto en su propio puesto de trabajo en lo que va de 2025 en la provincia de Córdoba. Dicho de otra manera: un empleado o cuentapropista ha fallecido cada 6 días en situaciones absolutamente evitables en la provincia.
A todo esto, conviene resaltar otra tremenda tragedia en una obra: un hombre y su hijo murieron quemados tras ser alcanzados por las llamaradas provocadas por la explosión de un caño de gas en medio de la construcción de la circunvalación de Villa María. El caño de gas subterráneo fue roto por una máquina retroexcavadora. Tanto ese operario como cuatro responsables de la constructora fueron imputados por estrago culposo.
En paralelo, se agregan otros episodios que dejaron trabajadores heridos, ya sea por caídas, cortes, golpes o derrumbes.
La cifra de trabajadores muertos es tan alta como la de los asesinatos. En Córdoba ya se llevan cometidos 9 homicidios en 2024.
Cabe señalar que en 2024 se registraron al menos 15 muertes en episodios laborales absolutamente evitables.
Fallas en la seguridad y negligencias
Fuentes judiciales y de bomberos, encargados de investigar esta clase de siniestros fatales, señalan que las causas de esta clase de tragedias giran en torno a: falta de medidas básicas de seguridad para los propios trabajadores como para los terceros, imprudencias y negligencias varias a la hora de desempeñar las tareas, como así también muchas veces la “confianza” en que nada malo puede pasar.
Otro elemento que comenzó a verse en los últimos tiempos viene relacionado a la crisis: la falta de medidas de seguridad básicas y de controles en establecimientos como talleres o comercios que se instalan en domicilios particulares sin mayores cuidados.
Lo más serio y preocupante es cuando los siniestros graves ocurren en empresas o emprendimientos importantes.
Tragedia en Villa Carlos Paz
Respecto al último drama, todo sucedió el pasado miércoles en un inmueble de calle Humahuaca de barrio Costa Azul de la villa serrana.
Fuentes oficiales señalaron que al lugar llegaron dos jóvenes para colocar unas alfombras en una habitación pequeña conectada a una oficina que funciona en ese mismo inmueble. En circunstancias que son investigadas por la fiscalía, los empleados se pusieron a trabajar con pegamento para instalar los paños. Todo indica que la aireación era prácticamente nula y ellos no habrían contado con medidas de seguridad, siempre según la sospecha judicial.
El cuadro fue descubierto rato después cuando llegó la dueña a la casa: los dos hombres yacían en el piso. Sin perder el tiempo llamó a la Policía que, a su vez, alertó a los bomberos.
Al cabo de unos minutos, el ruido de las sirenas sacudió al barrio ubicado en cercanías del Camino de las Cien Curvas que conduce al paredón del dique San Roque.
Durante largo rato, los bomberos intentaron salvar a una de las víctimas. No pudieron. Federico Prado tenía 30 años y era de Cosquín.
Su compañero, de 24 años, fue llevado al Hospital Sayago, donde quedó internado con pronóstico reservado.
“Se intoxicaron con el pegamento, pero todo indica que trabajaban sin medidas de seguridad básicas”, remarcó una fuente judicial.
Tras analizar el cuadro probatorio inicial, y si bien restan medidas, la fiscal imputó al contratista (que no se encontraba en el lugar) por homicidio culposo y lesiones culposas. Se presume que no habría arbitrado los medios necesarios para que los trabajadores a su cargo emprendan su labor con las medidas de seguridad necesarias, según fuentes del caso.

Otras tragedias del año
Explosión en un taller. Días atrás, se produjo una explosión en un taller mecánico que funcionaba en un inmueble de barrio Los Boulevares, en la Capital. Mientras se revisaba un auto y su instalación, hubo una explosión. Como consecuencia, murió el dueño del taller, quien tenía 34 años. El cliente, dueño del coche, resultó con serias heridas. La pesquisa determinó que había un calefón al lado de un tubo de gas.
Caída de un galpón. El pasado 29 de enero, un joven de 29 años falleció luego de caer desde el galpón de una empresa ubicada a la vera de la ruta 1 en la localidad de Porteña, en el departamento San Justo. La víctima se encontraba trabajando en la reparación del techo cuando se vino abajo.
Aplastado por un auto. El 20 de enero, en tanto, un mecánico de 61 años perdió la vida luego de que un auto que estaba reparando, y que se encontraba sobre un elevador hidráulico, se vino abajo. El drama sucedió en un taller mecánico de la ciudad de Río Cuarto. La víctima alcanzó a ser trasladada al hospital regional, pero no quedaba nada por hacer.
Operario quemado. Días atrás finalmente murió un joven de 19 años que, el pasado 19 de enero, había sufrido gravísimas quemaduras al ser alcanzado de lleno por las llamas de un incendio. El muchacho y su padre estaban trabajando en un sector de una fábrica de máquinas de San Francisco cuando, por causas a determinar, se produjo el accidente. Con matafuegos, otros empleados de la firma evitaron que el drama sea mayor.
Alcanzado por una amoladora. A mediados de enero, un trabajador murió desangrado a causa de las graves heridas sufridas mientras trabajaba con una amoladora en un establecimiento rural en Laguna Larga, en el departamento Río Segundo.
Otra trágica caída de un galpón. El 7 de enero, un trabajador de 56 años falleció trágicamente tras caer desde el galpón de una fábrica en Colonia Caroya, en el departamento Colón. Estaba colocando paneles solares cuando pisó un tramo de fibra de cemento y se vino abajo. Falleció en el acto.

Diversa gama de tragedias
En los últimos años se registraron muertes de trabajadores ya sea por caer desde un andamio, el techo de una obra, un poste de luz o ser víctimas de un derrumbe, caer a un pozo negro o por electrocución mientras instalaban cables, luces o domos policiales.