Desde que cayó detenido por su accionar al frente de la Fundación Dolto, con numerosos pacientes que captaba utilizando técnicas de persuasión coercitiva para estafarlos sexual o patrimonialmente, el psicólogo Marcelo Eduardo Bazán (67) viene soportando una seguidilla de imputaciones de la Justicia. Ahora, se conoció que la Fiscalía de Subrogancia de Córdoba le dictó prisión preventiva por abusos sexuales presuntamente cometidos en perjuicio de mujeres que eran pacientes y habrían sido manipuladas en el marco de la relación terapéutica.
La medida de coerción que a fines de diciembre dictó el entonces titular de esa fiscalía Andrés Godoy, no fue recurrida por la defensa. Hay que aclarar que Bazán ya está detenido, a disposición de la fiscal de Villa Carlos Paz Jorgelina Gómez en un expediente abierto por presuntos hechos de violencia de género en perjuicio de quien era su pareja.
Hoy la Fiscalía de Subrogancia de Córdoba está a cargo de Daniela Maluf, quien continúa con la investigación de Godoy. La funcionaria recientemente asumida por concurso heredó una causa muy compleja porque tiene dos tipos de hechos: un conjunto de delitos de índole patrimonial y otro conjunto de delitos de carácter sexual.
El capítulo de abusos sexuales es lo más adelantado, al punto que ya se dictó la prisión preventiva, y tiene que ver con al menos dos hechos de “abuso sexual con acceso carnal” en perjuicio de dos pacientes mujeres.
Godoy había recolectado prueba de difícil tramitación por el carácter de los hechos que tienen que ver con la intimidad. La causa “no se fue” a las fiscalías especializadas en delitos sexuales porque debe investigarse conjuntamente con la otra vertiente de delitos patrimoniales.
En ambos tipos de hechos el imputado utilizaría las mismas técnicas de manipulación, aprovechándose de su situación de superioridad como terapeuta. Esa ascendencia en un contexto de alta vulnerabilidad, en personas que conocía en su interior con debilidades y pesares, le permitía sacar provecho personal de quienes concurrían nada menos que en busca de ayuda.
Las fuentes judiciales que conocen la causa sostienen que podría haber otras víctimas de abusos sexuales, si bien es muy complejo por la posible revictimización. Es difícil dar con otras mujeres (pacientes) que podrían haber sufrido este tipo de hechos.
Además de Bazán, por estos hechos de abusos sexuales originalmente está imputada una mujer que habría sido pareja y que habría colaborado o consentido los actos impropios del psicólogo. Sin embargo, debe hacerse una advertencia sobre este caso porque en ocasiones las imputadas pueden ser también víctimas, en lo particular de violencia de género. Por esto, a partir de nueva jurisprudencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), la mirada de la investigación debe incluir esa perspectiva.
En los hechos de índole patrimonial, hay mucho por avanzar pero ya se advierten los contornos de lo que serían similares manipulaciones de parte de Bazán. Captando gente cuya voluntad terminaba alienada, lograba el traspaso de sus bienes y la tramitación de préstamos bancarios para su provecho.
Recientemente, en diciembre pasado, el Tribunal de Ética del Colegio de Psicólogos de Córdoba canceló definitivamente la matrícula profesional de Bazán. El organismo deontológico del colegio profesional tomó la drástica determinación frente a las acusaciones que pesan sobre él y ante las denuncias formuladas en sede administrativa por numerosas personas que sufrieron su accionar en la fundación.
La resolución del Tribunal de Ética dispuso la cancelación “definitiva” de la matrícula de psicólogo que ya había sido suspendida cuando trascendieron las primeras noticias sobre las actividades irregulares en la Fundación Dolto, con sedes en diversos puntos de la provincia.
Resulta interesante leer un párrafo de la resolución de este tribunal del Colegio de Psicólogos, para advertir cómo era el mecanismo de engaño a sus víctimas: “En lo atinente a las relaciones personales, justamente por su posición asimétrica, Bazán oficiaba de guía al que recurrían sus pacientes para obtener su aprobación sobre distintos aspectos de la vida personal, sentimental y de la relación interpersonal”.
Más adelante, indican que “Bazán construía esta posición en base a la manipulación y el suministro de drogas y se aprovechaba” de la persona.
Seguidilla de tropiezos
En 2018 comenzaron a conocerse esas actividades que consistían en la formación de una red de captación de personas a través de métodos ilegales.
El 3 de agosto de 2018 Bazán fue detenido por primera vez, acusado de los delitos de extorsión y amenaza. Luego cayeron presos otros tres miembros de la organización, pero más tarde uno a uno fueron recuperando la libertad. La denuncia había sido radicada en la fiscalía de Río Segundo, por exempleados de Dolto.
En 2018 el Ministerio de Salud clausuró todos los locales que la fundación tenía en la ciudad de Córdoba, con lo que desarticuló el funcionamiento de la organización.
Tras estar detenido en la cárcel de Bouwer durante 11 meses, Bazán recuperó la libertad en julio de 2019. Debió pagar una fianza real de 500 mil pesos y una fianza personal, con la firma de 10 abogados, por otros 500 mil pesos.
Luego de su liberación, el Colegio de Psicólogos de la Provincia de Córdoba decidió cancelar por primera vez su matrícula. El Tribunal de Ética de esa institución sancionó además a otros miembros de la organización.
Pero a fines de diciembre de 2020 Bazán volvió a caer preso por un incidente de violencia de género en perjuicio de una pareja y quedó detenido con prisión preventiva a disposición de la fiscal Gómez, de Carlos Paz quien le asigna los delitos de “privación ilegítima de la libertad, amenazas calificadas y desobediencia a la autoridad”.