La avioneta que se estrelló el viernes pasado en el aeropuerto de la ciudad fueguina de Río Grande, que realizaba un vuelo sanitario, había dejado allí a un paciente de cuatro meses y sus padres y se disponía a regresar a la ciudad de Buenos Aires.
La familia que compartió el vuelo con los cuatro fallecidos desde el aeropuerto de San Fernando, en Buenos Aires, hasta el de Río Grande, en Tierra del Fuego, no sale de su asombro. “Estuvieron minutos antes con los cuatro y luego ven que murieron. No lo pueden creer”, contaron este sábado allegados al matrimonio.
Se bajaron antes de que la avioneta se estrellara
Las tres personas que se bajaron del Learjet 35A matrícula LV-BPA que se estrelló en el sector militar del aeropuerto, son un bebé de cuatro meses y sus padres. Todos viajaron el mes pasado a Buenos Aires para tratar un cuadro de botulismo en el pequeño. Como el bebé estaba mejor, regresaron a Tierra del Fuego para terminar el tratamiento.
Por el momento, los padres del bebé prefirieron no tener contacto con la prensa ante la conmoción que les generó conocer el trágico final de los pilotos, el médico y la enfermera que, durante toda la mañana, los habían acompañado para regresar a su hogar.
Sus familiares fueron los que confirmaron la increíble historia y subrayaron que están muy conmocionados y dolidos por lo sucedido.