Una tragedia enluta a República Dominicana. El techo de la discoteca Jet Set, ubicada en la avenida Independencia de la capital dominicana, se desplomó dejando al menos 18 muertos y al menos 120 heridos heridos. El colapso ocurrió a las 0.44, en medio de una presentación del reconocido merenguero Rubby Pérez.
Los equipos buscaban a posibles sobrevivientes entre los escombros del local de ocio nocturno en Santo Domingo, afirmó Juan Manuel Méndez, director del Centro de Operaciones de Emergencia.
Nelsy Cruz, la gobernadora de Montecristi, estaba entre las víctimas. Entre los heridos está el cantante de merengue Rubby Pérez, quien se encontraba en plena actuación cuando el techo se desplomó, de acuerdo con las autoridades.
Una noche que terminó en caos en Santo Domingo
El desplome del techo de la emblemática discoteca Jet Set, conocida por ser un ícono de la escena artística dominicana, sorprendió a más de 300 asistentes que disfrutaban del concierto.
Según el Centro de Operaciones de Emergencias (COE), dirigido por Juan Manuel Méndez, el incidente generó más de 100 llamadas al Sistema 911, lo que desencadenó una respuesta inmediata con 77 ambulancias, ocho unidades de bomberos —incluido el equipo especializado Hurón— y brigadas de la Policía Nacional y la Defensa Civil.
Testigos relataron que un estruendo precedió al colapso, seguido de una nube de polvo que envolvió el lugar. Muchos de los heridos fueron trasladados a hospitales como Ney Arias Lora, Moscoso Puello y Darío Contreras. Entre los lesionados hay miembros de la agrupación Los Haineros Dorados, presentes en la fiesta, mientras que el estado de Rubby Pérez sigue siendo incierto: algunos reportes indican que fue rescatado con vida, aunque su hija salió ilesa y su yerno sufrió una fractura.
Su manager, Enrique Paulino, cuya camisa estaba salpicada de sangre, dijo a los periodistas en el lugar que el concierto comenzó poco antes de la medianoche, y que el techo se desplomó casi una hora después, matando al saxofonista del grupo.
“Fue algo repentino. Yo logré tirarme en una esquina”, dijo, añadiendo que inicialmente pensó que era un terremoto.

El presidente del país, Luis Abinader, escribió en la red social X que todas las agencias de rescate están “trabajando incansablemente” para ayudar a los afectados.
“Lamentamos profundamente la tragedia ocurrida en la discoteca Jet Set. Hemos seguido el caso minuto a minuto desde que ocurrió”, afirmó.
Abinader llegó al lugar y abrazó a quienes buscaban a amigos y familiares, algunos con lágrimas corriendo por sus rostros. No habló con los periodistas.
Un funcionario con un megáfono se encontraba afuera del club implorando a la gran multitud que se había reunido para buscar a amigos y familiares que dieran espacio a las ambulancias.
“Tienen que cooperar con las autoridades, por favor”, indicó. “Se están sacando a las personas”.
En el exterior de un hospital al que fueron trasladados los heridos, una funcionaria leía en voz alta los nombres de los sobrevivientes mientras una multitud se agolpaba a su alrededor y gritaba los nombres de sus seres queridos.
La causa del derrumbe no estaba clara de inmediato.
Rescate en marcha y duelo nacional
El operativo de rescate, coordinado por el 911 y supervisado por altas autoridades como el comandante de la Armada, Agustín Alberto Morillo Rodríguez, continúa en el sector El Portal del Distrito Nacional. Decenas de familiares aguardan angustiados fuera de la discoteca, clamando por noticias de seres queridos que podrían estar aún bajo los escombros. “Es una escena desoladora. No sabemos si están vivos o no”, expresó un testigo en las inmediaciones.
El presidente Luis Abinader ordenó la activación total del COE y expresó sus condolencias vía redes sociales, prometiendo una investigación exhaustiva para determinar las causas del colapso. Preliminarmente, se especula que fallas estructurales o una explosión pudieron desencadenar el desastre, aunque las autoridades no han confirmado ninguna hipótesis.
Impacto en la comunidad y preguntas sin respuesta
La discoteca Jet Set, propiedad del empresario Antonio Espaillat, había enfrentado un incendio en 2023, lo que reaviva cuestionamientos sobre su mantenimiento y seguridad. Este nuevo incidente ha desatado una ola de solidaridad en redes sociales, con mensajes de apoyo desde Puerto Rico y otros países, pero también críticas hacia la gestión de espacios públicos en República Dominicana.
Mientras el número de víctimas podría aumentar en las próximas horas, la tragedia ya se compara con otros desastres recientes, como el derrumbe del Real Plaza en Perú en febrero de 2025. Para los dominicanos, este 8 de abril quedará marcado como un día de luto.
