El tránsito volvió a mostrar su peor costado en el julio que terminó hace un puñado de horas: al menos 25 personas murieron como consecuencia de choques, de vuelcos y de otros siniestros viales ocurridos en distintos puntos de la provincia de Córdoba.
La imagen impacta, pero engaña.
Dejando de lado lo nefasto de esos números, las vidas truncadas y las familias destruidas, a simple vista, esa cifra podría hacernos creer que bajó la cantidad de muertos por choques. Sobre todo si vemos que en julio de 2021 hubo 31 víctimas fatales que arrojó el tránsito en toda la geografía cordobesa.
Fue dicho: la imagen engaña.
Desde hace tiempo, en Córdoba viene dándose una tendencia de aumento en la cantidad de fallecidos por choques.
En los siete meses de este 2022, ya murieron 207 personas en distintos siniestros viales en toda la geografía provincial.
La cifra cobra más relevancia si se tiene en cuenta que en idéntico período de 2021 fallecieron 162 personas, al tiempo que en 2020 fueron 164, y en 2019, 195.
¿Qué significa? La muerte marcha sin freno.
Hemos vuelto a matarnos al volante y de peor manera que en la prepandemia de 2019.
Estas cifras surgen del registro y de un cotejo que lleva adelante La Voz y que se basa en informes oficiales, datos policiales y fuentes propias.
En lo que va del año, en promedio, viene muriendo una persona por día en episodios absolutamente evitables como son los del tránsito.
De todos modos, en las peores épocas de años atrás, la cantidad de fallecidos era de dos por día.
El aumento en las cifras fatales del tránsito arrancó y se mantiene desde el momento mismo que volvieron las flexibilizaciones en el tránsito tras la pandemia.
¿Dónde cuándo y cómo?
Al analizar grosso modo la radiografía de los siniestros fatales en Córdoba, como ya se informó el mes pasado, surge que la gente se mata principalmente en las rutas, de noche y de madrugada, y en choques frontales o bien en vuelcos.
Del total de choques fatales, el 60 por ciento aproximadamente sucedió en una ruta.
¿Vuelcos? Sí. Vehículos que se desplazan a alta velocidad, derrapan y terminan en un campo ya sea dando tumbos o chocando contra un objeto fijo.
En su enorme mayoría, las víctimas fatales fueron varones, tanto adultos como adultos jóvenes. Velocidad e imprudencia son ejes claros en esas tragedias.
No hay cifras oficiales sobre qué marcaron los tests de alcoholemia en aquellos que protagonizaron o causaron tragedias viales en rutas. De todos modos, fuentes oficiales vienen insistiendo en que el consumo de alcohol no deja de ser alto.
¿Qué pasó en julio?
Con sus 25 muertos, julio se convirtió en el segundo mes más bajo en la cantidad de tragedias viales de este 2022 en la provincia de Córdoba.
El mes más bajo de todos fue junio, con 23 fallecidos.
El peor fue mayo, con 40 víctimas fatales, bien por encima de los meses veraniegos de enero, de febrero y de marzo, cuando se mataron 32, 22 y 31 personas, respectivamente.
Vale resaltar que estas cifras no cuentan todos aquellos graves choques que han terminado con personas heridas y que sobrevivieron en hospitales tanto de la Capital como de distintos puntos del interior.
Rutas, otra vez rutas
Del total de muertos que dejó el tránsito en el pasado mes de julio, hubo al menos 16 personas que perdieron la vida en rutas y en otras vías de circulación rápida.
De hecho, el pasado fin de semana, hubo seis muertos por colisiones y vuelcos principalmente en rutas.
En paralelo, se contabilizaron al menos seis dramas fatales en puntos urbanos: calles y avenidas.
En su enorme mayoría, los choques en rutas fueron frontales.
Por su saldo, el peor episodio del mes ocurrió en la ruta provincial 3, a la altura de la localidad de Wenceslao Escalante, en el sur provincial, donde dos trabajadores fallecieron tras chocar una camioneta contra un camión en una recta.
El drama vial ocurrió en la madrugada del pasado sábado.
Por otro lado, además de colisiones fatales, se registraron al menos cuatro vuelcos automovilísticos que terminaron con saldos fatales.
El último vuelco fatal de julio ocurrió en la ruta provincial 6, a la altura de la población de Justiniano Posse, donde un remis con siete personas a bordo derrapó y dio tumbos.
En la Chevrolet Zafira, además del remisero, volvían a sus hogares seis jóvenes, uno de los cuales murió. Tenía 19 años.
Una beba, entre las víctimas
De las 25 personas que fallecieron el mes pasado, la más pequeña tenía poco más de 1 año y 5 meses de vida.
Se llamaba Roma.
Destruida, su familia reclama que el caso se esclarezca.
El episodio bajo investigación ocurrió el pasado viernes 22 en barrio Alberdi, de la ciudad de Río Cuarto.
Eran poco más de las 17 de aquella jornada, cuando un hombre estacionó su camioneta para descargar una serie de mercaderías.
Para agilizar la descarga, estacionó marcha atrás.
Cuando se iba a retirar no advirtió que la beba estaba adelante del vehículo, por lo que la atropelló.
En medio de la conmoción generalizada, la nena fue trasladada por el propio conductor y el padrastro de la criatura hasta un dispensario.
A pesar de los esfuerzos realizados en el centro de salud, el cuerpo médico no logró salvarle la vida.
El conductor de la camioneta, quien sufrió una crisis nerviosa, quedó imputado por el delito de homicidio culposo por orden del fiscal de instrucción Javier Di Santo.
Se encuentra en libertad.
Muertes en moto
Otro punto en la casuística vial de julio fue nuevamente la cantidad de motociclistas que terminaron muertos en colisiones.
Se contabilizaron al menos nueve casos. Los siniestros tuvieron que ver con colisiones contra otros rodados o bien contra objetos fijos, como carteles o árboles.
En la ciudad de Río Tercero, a todo esto, se produjo la trágica muerte de un joven en el marco, según investiga la Justicia, de una aparente “picada” de motos en la autovía de ruta 6.
Según testigos, aquella madrugada, varios jóvenes motociclistas corrían a alta velocidad, hacían piruetas y distintas pruebas sobre la traza. En esas circunstancias, uno de ellos, de 18 años, perdió el control de la moto, chocó y se mató.
