La noticia del martes de la detención de Candela Salazar (27) en el aeropuerto Ambrosio Taravella, de Córdoba, y de su imputación como autora de “estafas reiteradas” precipitó a otros presuntos damnificados a consultar en la Justicia por considerarse presuntas víctimas a partir de la entrega de dinero que supuestamente le habrían confiado para hacer inversiones.
La modalidad a la que habrían accedido los “clientes” es la de colocar dólares a un rendimiento mensual de entre 10 al 12 por ciento, aparentemente con criptomonedas. También se habla de “sistema piramidal” en la colocación de esos activos.
Tras la detención, en la fiscalía a cargo de Lourdes Quagliatti se receptaron entre cuatro y cinco consultas más con el relato de particulares que indicaron que vienen reclamando la devolución de montos de dinero que entregaron a Salazar con la promesa de recibir intereses que nunca se concretó.
Se sumarán nuevas denuncias contra la influencer Candela Salazar
La causa se inició en enero de este año, cuando comenzaron a analizarse en la Unidad Judicial de Delitos Económicos -en Jefatura de Policía- cuatro denuncias de particulares que referían la estafa con esa operatoria.
En tal sentido, mientras en esa dependencia convocan por estos días a más personas a hacer su denuncia si se consideran víctimas de este tipo de maniobras, se espera que la semana próxima los particulares que hicieron su consulta telefónica se constituyan en ese lugar para exponer personalmente su caso.
El pasado martes a primera hora de la mañana se concretó el allanamiento de la casa de Salazar en barrio Urca, al noroeste de la ciudad de Córdoba, lo mismo que en la vivienda cercana de Nicolás Gionco (27), el otro imputado de estafas reiteradas, en su caso como partícipe necesario.
Ambos habrían actuado de modo coordinado; él captando “clientes” en un gimnasio de ese mismo barrio, y ella por haberlos recibido a quienes terminaron entregándole a Salazar montos en dólares para la adquisición de criptomonedas con el objeto de obtener elevados intereses, de entre 10 y 12 por ciento en moneda extranjera. Así lo indican los investigadores de la causa que está a cargo de la fiscal del Distrito 2, Turno 1 de Córdoba, Lourdes Quagliatti.
Hasta el momento, por esos cuatro primeros casos que terminaron en la detención e imputación de Salazar, se habla de un perjuicio económico global de unos 23 mil dólares estadounidenses, algo así como 26 millones de pesos a valores actuales.
Pero las perspectivas del perjuicio ocasionado pueden ampliarse con los nuevos casos que se espera recibir durante la semana entrante.
Indagatoria
El perfil de la influencer Candela Salazar incluye un gran desplieque de posteos sobre viajes a lugares exóticos, oferta de negocios, capacitación en empleos, estrategias de marketing y toda una serie de ideas que ella presuntamente brindaría a personas que quieren cambiar su vida.
En general, los investigadores consideran que ella se ofrece como una motivadora a personas que quieren mejorar su vida, si bien a veces se confunden los logros personales con una performance económica. A la promoción que hacía Gionco en el gimnasio, se le sumaba la vida de película que exhibía la “exitosa” Candela en redes, particularmente en su cuenta de Instagram. Si bien hay periplos por Egipto, Europa, Estados Unidos y Centroamérica, muchos de las estadías VIP se concretaban en la península de Yucatán, en el Caribe mejicano.
De esa gama de ofertas de cursos no se sabe todavía cómo se concreta lo que relatan las denuncias, sobre la disposición de varios miles de dólares por cliente para que Salazar los “invirtiera” para conseguir rendimientos inusitados.
Quagliatti está reuniendo prueba para plasmar la acusación en la indagatoria. Pero ese trámite no está previsto para los primeros días de la semana sino, más vale, para el final de este ciclo. ¿El porqué? Tienen que abrir los celulares de Salazar y Gionco, donde se presume hay una inmensa “caja de Pandora” que puede arrojar datos muy interesantes para la instrucción.
Por el momento, si bien se esperan otros casos con nuevos damnificados, la acusación es de “estafas reiteradas, cuatro hechos”, lo que puede ampliarse a más casos y más dinero a medida que vaya reuniéndose más prueba.