Zulma Guzmán Castro (54) fue detenida en Londres, Inglaterra, tras dejar el aeroparque Jorge Newbery en octubre antes de la orden de captura internacional en su contra por los homicidios de dos adolescentes ocurridos en abril en Bogotá, Colombia.
Sospechas sobre Zulma Guzmán Castro
La detención se produjo cuando ya pesaba sobre ella una notificación roja de Interpol, emitida a pedido de la Justicia colombiana, que investiga los homicidios por envenenamiento de Inés de Bedout, de 14 años, y Emilia Forero, de 13, luego de consumir frambuesas bañadas en chocolate que contenían talio, un metal pesado altamente tóxico.
Fuentes del Departamento Interpol de la Policía Federal informaron que, a solicitud de sus pares colombianos, se investigaron los movimientos de Guzmán Castro durante su estadía en el país. Sin embargo, durante el tiempo que permaneció en la Argentina la notificación roja aún no estaba vigente, publicó el diario La Nación.
Cuando se emitió la orden de captura internacional, la mujer ya se encontraba fuera del país. Con su detención en Inglaterra, quedó descartada la hipótesis de que hubiera regresado a la Argentina con una identidad falsa.
Guzmán Castro había llegado a la Argentina en 2023 y, en diciembre de 2024, fue admitida en un curso de posgrado. Inició la cursada el 14 de abril de 2025 y la sostuvo hasta el 31 de agosto, cuando comunicó por escrito su decisión de abandonar el programa para radicarse en otro país.
Según registros oficiales, desde su instalación en la Argentina realizó varios viajes al exterior, en su mayoría a Colombia. Entre 2023 y 2024 tuvo múltiples salidas y regresos al país.
El 10 de diciembre de 2024 salió nuevamente de la Argentina y regresó el 14 de abril pasado, fecha en la que comenzó a cursar la maestría, cuando en Colombia ya se habían producido las muertes de las dos adolescentes.
El caso tomó notoriedad pública a comienzos de abril, cuando cuatro personas —tres adolescentes y un joven de 21 años— resultaron intoxicadas tras consumir frambuesas cubiertas con chocolate que habían sido enviadas como regalo a través de una empresa de mensajería.
Dos de las adolescentes fallecieron en el Hospital Fundación Santa Fe de Bogotá; una tercera menor sobrevivió con secuelas irreversibles y el joven logró recuperarse.























