El pueblo de James Craik, a 34 kilómetros al sudeste de la ciudad de Córdoba, sufre un impacto sin precedentes: por un lado, el violento homicidio de su vecino, el remisero Ramón Maldonado; por el otro, la acusación contra dos chicos de 13 y 14 años y un adolescente de 17, todos hijos de familias de la localidad y vecinos de la víctima.
Entre los habitantes de esta población del departamento Tercero Arriba abundan sentimientos de profundo dolor por la irreparable pérdida del hombre de 68 años, pero también de incomprensión ante la violencia ejercida contra su vida a manos de estos jóvenes, según la investigación.
Los jóvenes, según la causa, pactaron un viaje y, al cabo de un trecho, mataron al hombre, arrojaron su cuerpo a la vera de un camino, y le robaron el vehículo y la billetera. Fueron detenidos en Ojo de Agua, una pequeña población de Santiago del Estero, tras chocar el remise de la víctima contra una casa.
El caso seguirá siendo investigado por la fiscal N° 2 de Villa María, Juliana Companys, quien imputó al mayor de los acusados por homicidio criminis causae. Esto es: cuando se mata para buscar la impunidad.
Por su edad, los otros dos chicos son inimputables y quedarán a disposición del Juzgado de Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar y Género y Penal Juvenil de Villa María.
Desde la Justicia local informaron que los tres acusados serán puestos a resguardo de la Secretaria de Niñez Adolescencia y Familia (Senaf) y serán alojados en el Complejo Esperanza, un centro donde se ubica a menores en conflicto con la ley.
Como era de esperar, las detenciones de estos jóvenes dio espacio a toda clase de comentarios, tanto en las calles, como en los comercios y, principalmente, en las redes sociales.
Antecedentes por robos
Fuentes policiales señalaron que los tres contaban con algunas denuncias por robos y hurtos y que se había dado participación a la Senaf.
De todos modos, nada podía hacer pensar que llegarían a ser acusados de un crimen de estas características.
Según trascendió, son jóvenes que se criaron y formaron en ambientes de vulnerabilidad.
El cuerpo de Ramón fue encontrado a la vera de un camino rural entre Oliva y Pampayasta, 15 kilómetros al oeste de James Craik.
La autopsia determinó que fue estrangulado.
Los jóvenes, según la Policía, dijeron que lo mataron con un cinturón.
Viaje, robo y crimen
El pasado domingo 23, cerca de las 22, Ramón habría recibido un llamado para hacer un viaje a un campo en su remise, una Renault Kangoo.
Fue la última vez que su esposa, de 62 años, lo vio con vida.
Durante la mañana del lunes se iniciaron los operativos de búsqueda por parte de policías y de bomberos locales, precisamente, tras la denuncia de la mujer.
Los uniformados estaban en ese rastreo, cuando recibieron un llamado policial de Santiago del Estero.
Caso develado desde Santiago del Estero
Aquella mañana del lunes, una Kangoo se había estrellado contra el frente de una vivienda en barrio Municipal de la localidad santiagueña de Villa de Ojo de Agua. La dueña de casa se asomó, vio que tres jóvenes escapaban y llamó a la comisaría.
Los uniformados llegaron en móviles, no tardaron en ubicar a los sospechosos y comenzaron las preguntas ya en la comisaría.
Según fuentes policiales de Santiago del Estero, los tres adolescentes habrían admitido el robo, el crimen y la fuga con el vehículo sustraído.
Hay más: dieron pistas concretas sobre dónde había quedado el cuerpo del remisero.
En la llamada telefónica, los policías santiagueños le transmitieron todo eso a sus pares cordobeses.
Así fue que el mismo lunes, el cuerpo de Ramón fue finalmente hallado a la vera de un camino rural, cerca de una curva, cerca de un monte, en las afueras de Oliva,
Lo que llama la atención, y también es parte de la investigación, es cómo hicieron tres adolescentes para trasladarse en un vehículo robado a lo largo de 340 kilómetros, y a través de dos provincias, sin que fueran antes detectados por algún control policial.
Se desconoce por ahora si existió la participación de alguna otra persona, quizá un mayor.
En tanto, en James Craik, los sentimientos de los vecinos oscilan entre el dolor, la conmoción y un reclamo porque esto no se evitó.
Desde el propio gobierno municipal emitieron un comunicado dirigido a “con respeto y firmeza” hacia la Justicia, pidiendo “no mirar más a un costado y ocuparse de lo que está pasando como sociedad”.
