Tras la serie de escándalos que protagonizó, el exconcejal del PJ Guillermo Ceferino “El Puma” Kraisman (62) volvió a recibir por estas horas malas noticias judiciales. A la elevación a juicio por el intento de robo de bondiola y cerezas, confirmada en abril, ahora sumó un procesamiento federal por presunto uso ilegítimo del DNI de la “empleada fantasma” de la Legislatura para extraer casi un millón de su cuenta bancaria.
“El Puma” Kraisman y sus recientes escándalos
El justicialista tiene una larga trayectoria en la función pública. Fue asesor en la Legislatura, funcionario de la primera gestión del fallecido exgobernador José Manuel de la Sota y exfuncionario del exintendente capitalino Germán Kammerath.
Se desempeñó en el Ente Regulador de Servicios Públicos (Ersep) y fue dos veces concejal capitalino (la última vez, como compañero de bloque de Héctor “Pichi” Campana) hasta que se vio inmerso en diversos escándalos y causas judiciales.
Los últimos tuvieron un alto impacto mediático cuando en 2024 Kraisman fue observado por personal de seguridad mientras ocultaba entre sus ropas productos como fiambres (bondiola y jamón), cerezas y atún, luego de cargar su carro con otras mercaderías del súper Mariano Max, en barrio Las Flores.
Fue interceptado por una guardia en la línea de cajas y, si bien le entregó uno de los productos escondidos, luego se habría resistido y arrojado un frasco de cerezas contra un policía y lesionado a un sargento de una patada.
Kraisman negó los hechos y denunció haber sido golpeado por la Policía y el personal de seguridad. También que su acompañante, Noelia Verón, pagó la mercadería y que las pruebas fueron “plantadas”.
Su abogado, el concejal Diego Casado, solicitó el sobreseimiento al argumentar que se trató de un “delito imposible” y planteó que el hecho debía encuadrarse como hurto y no como robo.
Además señaló que su defendido acordó con el supermercado el pago de $ 30 mil. “Hace un año, Kraisman tenía intenciones de ofrecer más de $ 2 millones a Mariano Max y parte de eso donarlo a unos comedores, pero Mariano Max acordó con él el doble de lo sustraído, en este caso, $ 30 mil”, explicó Casado a La Voz.
Pero, en abril pasado, el juez Carlos Lezcano desestimó la oposición defensiva y confirmó la calificación legal de “robo en grado de tentativa”, en línea con lo solicitado por la Fiscalía del Distrito 1, Turno 3.
El caso del DNI
Kraisman también volvió a quedar sumergido en un nuevo escándalo el 16 de enero de este año cuando junto a Luciana de los Ángeles Castro (47), exencargada de un polideportivo municipal, fueron detenidos en una sucursal de Bancor, en barrio General Paz, al intentar retirar $ 950 mil de la cuenta de Virginia Elizabeth Martínez, la supuesta empleada “fantasma” de la Legislatura.
Martínez figuraba desde 2024 como asesora de la legisladora justicialista y vicepresidenta de la Unicameral, Nadia Fernández, quien tras conocerse la detención de Kraisman aseguró que había ordenado la baja (en enero de 2025) de la relación contractual debido a que Martínez no asistía a su trabajo. Martínez negó conocer a Fernández pero sí a Kraisman porque es vecino de su madre (de ella), Patricia Defunchio, ya que compartían el mismo complejo edilicio.
El fiscal en lo Penal Económico de Segunda Nominación de Córdoba, Franco Mondino, imputó a Kraisman y a Castro por presunta defraudación en perjuicio de la administración pública en grado de tentativa (él como autor y ella como coautora) y a Martínez por falso testimonio agravado, tras lo cual solicitó en agosto elevar la causa a juicio.
En la investigación también quedó bajo sospecha la madre de Martínez, Defunchio, por su relación de vecinos con Kraisman. El fiscal analizó si Defunchio había facilitado el DNI de Martínez con el que Kraisman y Castro intentaron extraer los $ 950 mil.
Sin embargo, luego solicitó al juez de Control Penal Económico, Gustavo Hidalgo, el sobreseimiento de Defunchio ya que el peritaje psiquiátrico determinó que era “inimputable”.
La defensa del exfuncionario pidió la acumulación de la causa de la bondiola a la del banco y ofreció $ 3 millones en tres oportunidades para reparar el daño en la segunda investigación, lo cual no fue aceptado por el Ministerio Público.
El juez Hidalgo rechazó el pedido de juicio abreviado planteado por la defensa, confirmó parcialmente la elevación a juicio contra Kraisman (excarcelado a principios de este mes) y Castro, pero ordenó profundizar la investigación respecto a Martínez.
Otra causa más contra Kraisman
La investigación sobre Kraisman y Castro no se agotó en el fuero provincial, sino que Mondino solicitó la incompetencia local para profundizar en el uso ilícito del DNI de Martínez.
La causa se desglosó y se envió a la Justicia federal, donde el fiscal N° 1 de Córdoba capital, Enrique Senestrari, imputó a Castro como autora y a Krainsman como partícipe necesario, del delito de uso ilegítimo de documento anulado o reemplazado o que corresponda a otra persona.
El fiscal acusó a Krainsman de haberse apoderado del DNI de Martínez (expedido en 2018 y con fecha de vencimiento en 2033) que él y Castro presentaron en Bancor. La cajera se percató que no sólo la firma que figuraba en el DNI de Martínez no coincidía con la realizada por la mujer en el recibo de extracción de los $ 950 mil sino que la imagen del documento y de Castro in situ eran diferentes.
Los investigadores establecieron que, además de intentar apoderarse del dinero, minutos antes habían buscado operar con esa cuenta para obtener una tarjeta de débito y contratar un seguro. Así, Castro habría firmado como si fuera la titular del DNI.
Martínez declaró que ese mismo día, ella se encontraba durmiendo en casa de su madre (la mencionada Defunchio) cuando la hija de Kraisman se presentó para hablar con ella. Relató que la joven le solicitó que la acompañara a la Justicia porque su padre había sido detenido en el banco al intentar sacar dinero con su DNI.
Martínez también dijo que la exesposa de Kraisman le manifestó que estaba segura que había sido Defunchio quien había proporcionado el DNI a Kraisman. Fue entonces, siempre según los dichos de Martínez, cuando Defunchio le habría reconocido que había dado el DNI a Kraisman a cambio de dinero porque el exconcejal lo necesitaba para percibir una ayuda económica a nombre de su hija.
Si bien Martínez reconoció en la Justicia el DNI secuestrado, aclaró que era el “viejo” (una versión anterior) que había quedado en el inmueble de su madre. Kraisman y Castro fueron imputados en mayo por el uso ilegítimo del DNI, pero negaron el hecho y se abstuvieron de declarar.
El juez federal N° 2, Alejandro Sánchez Freytes, procesó a ambos pero remarcó que Martínez no entregó voluntariamente su DNI. Kraisman “habría tenido una participación necesaria” en el hecho porque “habría sido quien puso a disposición de Castro el DNI de Martínez” para realizar trámites simulando ser ella y extraer el dinero.
Escándalos anteriores de Kraisman
En 2019, un encuentro de la Primera B de la Liga Cordobesa de Fútbol, quedó envuelto en polémica cuando un árbitro asistente del partido entre Avellaneda y Defensores Juveniles denunció a Kraisman por supuesto intento de soborno.
El exfuncionario lo negó lo sucedido, los otros dos árbitros dijeron no haber visto “nada raro” y la Liga dijo que la denuncia no tenía un grado de certeza.
Seis años antes, en 2013, el programa ADN denunció que Kraisman “colgaba los ganchos” ya que el Club Atlético Avellaneda, entidad en la que Kraisman había llegado a ser una de sus máximas autoridades, tenía una conexión ilegal a la provisión de energía eléctrica. Kraisman lo negó.
Años antes, fue acusado en tres causas penales por presunta defraudación calificada por tener conexiones eléctricas adulteradas en su casa, amenazas y lesiones leves, supuestamente por agredir a dos vecinos.
Kraisman fue suspendido cuando ocupaba una banca en el Concejo y luego renunció para evitar ser destituido. Obtuvo la suspensión del juicio a prueba (probation) y resarció a los damnificados por las lesiones. También abonó el monto que Epec le reclamó por diferencia de facturación derivada de la supuesta adulteración de los medidores (de un departamento y una cochera, que él adjudicaba a sus inquilinos).
Kraisman hasta increpó a un periodista de La Voz.


























