En un colectivo de larga distancia y luego en uno de línea, siempre junto a su novia al lado.
Así fue cómo Martín Ernesto Luzi viajó desde Córdoba a Buenos Aires y retornó al Complejo Carcelario de Ezeiza, donde cumple el tramo final de su condena como secuestrador.
“El Porteño” –aunque es cordobés– logró acceder por primera vez al régimen de salidas transitorias.
Si bien tiene condena por secuestros y otros delitos hasta 2029, sus defensores lograron que un juez de ejecución cordobés autorice su salida por derecha de una cárcel.
El pasado viernes, el exenemigo número 1 de la Policía en la década de 2000 llegó a Córdoba Capital en colectivo desde la estación de Retiro.
Nada de fuerte operativo ni un esquema máximo de seguridad de penitenciarios.
Su pareja Natalia y madre de su sexto hijo (es tutora) había ido a buscarlo a la Cárcel de Ezeiza. Juntos, tomaron un colectivo de línea hasta Retiro y allí compraron pasajes en micro de larga distancia a Córdoba. Viajaron solos.
En familia y amigos
Tras llegar el viernes, Luzi estuvo el fin de semana en un hogar de barrio Yapeyú.
Rodeado de su madre, su padre, hijos, hermanas y numerosos familiares, además de viejos amigos, Luzi volvió a disfrutar de la libertad sin tener que andar mirando por la ventana.
Hubo asado y mucho brindis.
También hubo mucha selfie. Eso sí, Luzi pidió que no trasciendan.
“Todo 5/5″, comentó de forma lacónica un jefe policial. Sin que nadie lo pidiera ni ordenara, la fuerza policial estuvo al tanto del paso de Luzi por Córdoba.
El sábado a la mañana, Luzi se encontró con su abogado de siempre.
Ricardo Moreno fue a saludarlo. Estuvieron 10 minutos juntos. “Gracias por todo doctor. Usted siempre estuvo conmigo”, le dijo Luzi, mientras le daba un mate.
“Doc, nada de prensa ni periodistas, ¿no?”, volvió a ser el pedido del reo.
En su paso por Córdoba, Luzi esquivó todo contacto con la prensa.
El domingo, disfrutó del Día del Padre.
“Se lo vio feliz, muy contento con los suyos. Está avejentado, parsimonioso. Se quedó en el tiempo. Le sorprendió esta Córdoba llena de edificios y de cámaras por todos lados... Habla de Dios. Jura que cambió”, comentó alguien de su entorno.
De vuelta a Ezeiza
Tal lo convenido con el juzgado de Ejecución Penal y con las autoridades del Servicio Penitenciario Federal, “el Porteño” viajó de retorno hacia Buenos Aires con su pareja.
Tras llegar a Retiro, tomaron otro colectivo y viajaron los 40 kilómetros hacia el Complejo Penitenciario de Ezeiza.
El martes, la puerta de aquella cárcel bonaerense se abrió y Luzi ya entró solo.
“Volvió sin problemas. Está cumpliendo con la ley”, confirmó su otro abogado, Jorge Sánchez del Bianco.
¿Por qué salió?
¿Cómo fue que Luzi logró su primera salida?
Por consejo de sus representantes legales y de su familia, el secuestrador comenzó a estudiar Derecho a distancia.
Además aprendió oficios, como herrería, panificación, electricidad, según dicen desde su entorno.
Desde hace años, tiene una muy buena conducta, muros adentro. Eso lo logró volviéndose evangelista.
Tan portador de “la Palabra” se hizo, que se volvió pastor.
El hecho de tener una pareja estable desde hace 13 años (Natalia), de tener un nuevo hijo (el sexto a sus 43 años) y de contar con una madre (como doña Inés Heredia), que lo visita desde siempre, convencieron finalmente al juez de firmar la primera salida transitoria.
Si todo anda bien, y no se escapa, serán salidas de poco más de un día, una vez al mes.
El objetivo, Monte Cristo
El objetivo de la familia y de los abogados de Luzi es que acceda al régimen de libertad condicional cuanto antes.
Este esquema previo a la libertad se podría cumplir en la Cárcel de Monte Cristo, un establecimiento de régimen semiabierto. Esto implicaría que duerma en una celda y que de día pueda salir en libertad y trabajar.
Por ahora, sin embargo, seguirá en Ezeiza y con sus viajes en colectivo a Córdoba una vez por mes.
