La Cámara 5ª del Crimen de Córdoba condenó a ocho años de cárcel efectiva a Jonathan Brizuela (35), quien mató a su vecino Adrián González (32) tras lanzarle un bloque de ladrillo en la cabeza en momentos que este último iba en moto. El tremendo caso sucedió el 4 de febrero de 2024 en la ciudad de Malagueño, a pocos kilómetros de la Capital.
Brizuela fue condenado con la figura de homicidio simple por dolo eventual.
La sentencia generó un fuerte malestar en la familia de la víctima, ya que considera que “es injusta” y anunció que presentará una apelación para que se agrave el delito y el monto de la pena. La familia de la víctima insiste en que el caso debe ser encuadrado con la figura de homicidio calificado por alevosía, como había sido caratulado originalmente por la fiscalía de instrucción de Villa Carlos Paz.
“No era lo que esperaba la familia ni se acerca a lo que se planteaba desde la acusación inicial”, expresaron allegados tras conocerse la resolución.
Brutal ataque a la madrugada
En la madrugada del 4 de febrero de 2024, una pelea derivó en una agresión fatal en Malagueño.
Según la reconstrucción judicial, Jonathan Brizuela esperó a Adrián González en la rotonda del barrio Santa Bárbara en momentos que este último se desplazaba en su moto.
En esas circunstancias, le arrojó un trozo de adoquín que impactó en su cabeza. González falleció horas después en el Hospital de Urgencias.
En un principio, la fiscal Jorgelina Gómez calificó el caso como homicidio calificado por alevosía.
Sin embargo, el expediente llegó a juicio con otra imputación, luego de un cambio dictado por el Juzgado de Control, que lo encuadró como homicidio simple con dolo eventual.
Juicio y condena por dolo eventual
Ya en la Cámara 5ª, tras analizar la prueba y los testimonios recabados, el fiscal Marcelo Fenoll mantuvo la figura del dolo eventual y solicitó una condena de 8 años, el mínimo previsto para esta calificación.
Cuando fueron los alegatos, los padres de Adrián criticaron con dureza el pedido de la fiscalía.
La jueza Susana Blanc Gerzicich de Scapellato falló en ese sentido y dispuso esa condena para el acusado.
Tras el fallo, el abogado querellante Edgardo Perdernera indicó que presentará una apelación a la decisión.
La jueza remarcó que la causa ya había llegado a juicio como homicidio simple, luego del pronunciamiento judicial que había desestimado la calificación legal de homicidio calificado por alevosía formulada.
Sostuvo que durante el juicio no se encontraron elementos de prueba suficientes para ampliar la acusación.
Fuentes judiciales señalaron que el fiscal fundó su postura en el dolo eventual y que el querellante coincidió con esto, es decir, con que Brizuela “no tuvo intención de matar” y no fundamentó el pedido de pena que formuló.
El tribunal entendió que no existen elementos para la alevosía.
La magistrada se mostró empática con la pérdida sufrida por la familia de la víctima.
Crimen e investigación
Aquella madrugada, González no llevaba casco, según la investigación judicial. Cayó al pavimento al lado de la moto y murió. El agresor escapó.
El cuerpo de la víctima sería hallado a los pocos minutos por una patrulla de la guardia urbana.
En un primer momento se pensó que se trataba de un trágico siniestro vial. Sin embargo, a poco de analizar filmaciones de cámaras de seguridad, se descubrió la verdad.
Jonathan Brizuela no tardó en ser detenido, luego de una rápida investigación policial y judicial.
El alevoso homicidio derivó en un intento de pueblada en Malagueño. Varias personas se congregaron frente a la casa de familiares del acusado. Por fortuna, no pasó nada grave.
Más allá de ese episodio de tensión, numerosos familiares, vecinos y amigos de la víctima salieron a las calles a reclamar justicia.
En el marco de la investigación, la fiscal le solicitó a peritos de la Policía Judicial una reconstrucción en 3D.
