Villa Dolores y zona no salen de la conmoción provocada por la violación grupal a una adolescente, sucedida el pasado viernes a la salida de un pub en esta ciudad.
Tres jóvenes permanecen detenidos desde ese día, acusados por “abuso sexual con acceso carnal agravado por la participación de dos o más personas”.
La novedad, publicada el lunes por el Ministerio Público fiscal de la Provincia de Córdoba, es que la víctima es una chica de 17 años y no de 18, como inicialmente se indicó.
El hecho de que la adolescente sea menor complica considerablemente la situación de los detenidos.
La fiscal del caso, Eugenia Ferreyra, de los tribunales de esta ciudad transerrana, mantiene un marcado hermetismo en torno a la causa.
En tanto, en la ciudad y la zona se ha reabierto el debate sobre los horarios de locales nocturnos en la pos pandemia, y los controles sobre consumo de alcohol y droga en esos lugares.
Agresión grupal
Según trascendió, los hechos sucedieron alrededor de las 5 del viernes 11, luego de la salida de un pub situado en el acceso este de la ciudad, sobre avenida Belgrano.
Se cree que la joven habría sido amiga o conocida de alguno de los jóvenes detenidos, que la habrían llevado en un vehículo a una zona solitaria, donde se produjo el ataque.
La chica junto a su madre denunciaron los hechos minutos después en la Unidad Judicial de Villa Dolores. Una psicóloga de la Justicia entrevistó a la joven.
En horas de la mañana, efectivos de la Departamental San Javier de Policía allanaron tres viviendas, y en cada una detuvieron a un joven.
Tres varones de 28,24 y 23 años fueron inmediatamente acusados por la justicia. Se secuestraron prendas y dispositivos varios.
Dos de ellos son de la ciudad mencionada, mientras que el tercero es de la cercana localidad de Las Tapias.
Fuentes ligadas a la investigación indicaron que los detenidos, en principio, no registran antecedentes penales. El sábado, los tres detenidos fueron trasladados al establecimiento penitenciario 8 de Villa Dolores.
“Condena” en redes
Si bien en todo momento los organismos oficiales evitaron brindar identidades, en un contexto en donde la “condena social” es marcada, fueron las redes quienes aportaron datos, aunque de dudosa confiabilidad.
Publicaciones con los nombres, apellidos y fotografías de los tres detenidos inundaron en cuestión de horas las redes sociales de la zona. La inscripción de “violadores” y de “HDP” acompaña en todos los casos las imágenes difundidas.
Que son “buenos chicos” pero estaban drogados, que estaban alcoholizados, que uno de ellos es un futbolista conocido, que no se controla a los jóvenes… Los comentarios en medios y redes son constantes, pero la información de buena calidad sobre el caso es un bien escaso.
De fuentes judiciales se aseguró que se realizan peritajes en torno al caso, y se indicó que aún no se han realizado entrevistas indagatorias.
Los hechos y repercusiones se dan a pocos días de sucedida una violación grupal en el barrio de Palermo, en Buenos Aires, que se difundió profusamente en todo el país. Las comparaciones son inevitables, aunque, en apariencia, muchos elementos del contexto de uno y otro caso difieren.