- Quien mató quedó acusado como sospechoso leve de homicidio con exceso en la legítima defensa.
- Otros dos uniformados
- imputados por encubrimiento.
- Críticas del padre del joven ultimado.
El pasado viernes, una familia fue víctima de un violento asalto a manos de delincuentes en su casa de barrio Urca, en la ciudad de Córdoba. Los ladrones sorprendieron con violencia al hombre cuando sacaba el auto para irse a trabajar. Un hijo vio todo y pudo llamar a la Policía, que acudió a los pocos minutos.
Ya dentro del hogar, uno de los ladrones terminó ultimado de un disparo policial en la cabeza. Sus cómplices fueron detenidos.
Lo que no se sabía es que el policía que mató al ladrón quedó imputado como sospechoso leve de homicidio con exceso en la legítima defensa (a tenor del artículo 306 in fine), según pudo confirmar La Voz.
La medida fue dispuesta por el fiscal a cargo del caso, Juan Pablo Klinger, quien dispuso que el efectivo permaneciera en libertad.
En paralelo, el fiscal dispuso también imputar a otros dos policías como sospechosos leves del delito de encubrimiento agravado, también a tenor del artículo 306.
Ambos efectivos también permanecen en libertad.
Ayer mismo, el padre del sospechoso abatido no negó que su hijo robara, pero indicó que fue ejecutado adrede, y fue más allá: denunció que “le plantaron un arma”.
Indicó que su hijo usaba la mano zurda y que un viejo revólver apareció al lado de la mano derecha.
“No defiendo lo indefendible. A mi hijo lo ejecutaron con un tiro en la cabeza. La Policía le plantó un arma vieja en la mano derecha, pero él era zurdo”, sostuvo Wilson Luna, el padre de Isaías Luna, de 18 años.
“No lo voy a defender. Ellos estaban robando porque no tenían para comer. A mi hijo lo mataron. Le pegaron un tiro en la sien. Este fue un caso de ‘gatillo fácil’”, añadió, en declaraciones a FM Pulxo.
Fuentes judiciales confirmaron que en el lugar del hecho se secuestró un solo revólver.
Todo sucedió el pasado viernes alrededor de las 5 de la madrugada, cuando al menos tres ladrones, que andaban al voleo, sorprendieron a un hombre que se iba a trabajar y que acababa de sacar su EcoSport.
Sucedió en calle Julio Borda al 1200, a metros de Menéndez Pidal, en pleno barrio Urca.
Desde la fiscalía hay cautela con la causa. Se indicó que, a tenor del avance incipiente de la investigación, se han resuelto algunas imputaciones leves. Por caso, exceso en la legítima defensa al policía que tiró y encubrimiento calificado a otros dos que llegaron al lugar del hecho.
Fuentes oficiales remarcaron que la causa está en sus albores y que estas acusaciones son además “por garantías legales” para los propios acusados. Estas acusaciones pueden modificarse, ya sea a un sobreseimiento o terminar de agravarse.
Los dos ladrones detenidos en el lugar quedaron imputados por tentativa de robo calificado.
