Tony Janzen Valverde Victoriano, el principal sospechoso conocido como “Pequeño J”, fue capturado por las autoridades peruanas y argentinas. Se le acusa de ser el presunto autor intelectual del triple femicidio narco en Florencio Varela, un crimen que terminó con la vida de Brenda del Castillo, Lara Gutiérrez y Morena Verdi.
El operativo de captura en Lima
La detención de Valverde Victoriano se confirmó este martes, 30 de septiembre de 2025. El operativo para dar con el presunto capo narco se llevó a cabo en el sur de Lima, Perú.
Fue un trabajo conjunto entre la Policía Bonaerense y la dirección Antidrogas de la Policía Nacional de Perú (autoridades locales).
El joven de 20 años, atravesó fronteras clandestinas y desplazarse con ayuda de una red criminal que lo protegía durante su huida.
La captura se concretó después de una serie de entrecruzamientos telefónicos. “Pequeño J” fue interceptado en el momento en que se dirigía a una plaza para encontrarse con su mano derecha.
La ruta de escape del “Pequeño J”
La fuga, que comenzó en Argentina, incluyó un paso por Bolivia y culminó en la localidad limeña de Pucusana, donde efectivos de civil lo interceptaron escondido en un camión de carga.
El recorrido de Pequeño J empezó en Florencio Varela, al sur del Gran Buenos Aires. Tras abandonar esa ciudad, cruzó la frontera por pasos cordilleranos poco vigilados con el objetivo de despistar a las fuerzas de seguridad.
Las investigaciones revelan que desde el inicio existía la hipótesis de que su destino final era el Perú, por lo que la policía argentina decidió no alertar a las autoridades bolivianas al considerarlas un territorio de tránsito.
En su escape, mientras se encontraba en territorio argentino, el acusado utilizó varios teléfonos celulares para comunicarse con sus contactos y recibir apoyo logístico.
Ese detalle resultó clave para reconstruir su ruta, ya que los equipos de inteligencia lograron triangular la señal y anticiparse a sus movimientos.
Su habilidad para movilizarse sin documentos oficiales lo mantuvo varios días fuera del alcance policial.
El paso por Bolivia del pequeño J y la estrategia de las autoridades
Una vez en Bolivia, Valverde continuó su fuga utilizando buses de transporte interprovincial y alojándose en lugares discretos para no ser detectado.
No existen registros oficiales de su ingreso al país, lo que confirma que burló los controles migratorios mediante pasos no autorizados.
Desde Bolivia se dirigió hacia la frontera sur del Perú, donde se embarcó en un camión que lo trasladaría por la carretera Panamericana.
La coordinación entre las fuerzas de seguridad de ambos países fue decisiva. Horas antes de la detención de Valverde, la policía ya había arrestado en Lima a Matías Agustín Ozorio, considerado su principal colaborador.
Para evitar que “Pequeño J” advirtiera la caída de su socio, los agentes peruanos utilizaron el teléfono de Ozorio y mantuvieron comunicación con él haciéndose pasar por su mano derecha.
Esa maniobra fue determinante, ya que Valverde nunca sospechó que sus mensajes eran respondidos por la policía. Creyendo que se reuniría con Ozorio en el centro de Lima, continuó su trayecto en el camión hasta que fue interceptado en Pucusana.
En ese momento se identificó ante los efectivos de la Dirección Antidrogas de la PNP, quienes lo esposaron y grabaron el procedimiento.
Detalles del caso y otros implicados
Con la aprehensión de “Pequeño J”, el caso del triple femicidio narco suma ya nueve detenidos. Los cuerpos de las víctimas (Brenda, Morena y Lara) habían sido hallados enterrados en una casa en Florencio Varela.
Sobre el momento exacto de la captura de “Pequeño J”, se difundió un video en el cual el acusado se identifica con su nombre. Mientras los efectivos llevaban a cabo el procedimiento y lo esposaban, el detenido balbuceó palabras que no se entendieron.